Fundamentos de Liderazgo Cristiano, Guia del Mentor, MG07

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F U N D A M E N T O S D E L I D E R A Z G O C R I S T I A N O

gracia de Dios” (Hechos 20.24). Pablo estaba intensa y continuamente comprometido con sus metas, y éstas encerraban el llamado de luchar para el avance del Reino de Dios a través de su fiel testimonio de Jesús de Nazaret como Señor y Cristo. Si analizamos más específicamente estas metas, veremos que las mismas se enfocaban de manera extraordinaria en el pueblo de Dios, y proveían a la Iglesia con el requerido amor y cuidado necesarios para dirigirla a la madurez en Cristo. A lo largo de estas líneas, Pablo revela que Dios nos ha provisto de apóstoles como él mismo y otros para equipar a los santos para la obra del ministerio, para que la Iglesia pueda ser construida en términos de madurez en Cristo y llenura en números (Ef. 4.9-16). Indudablemente, Pablo tenía afinidad con la Iglesia de Dios, la cual determinó todo lo que hizo y deseó. Esta gran carga por el bienestar y cuidado del cuerpo de Cristo es descrita en Colosenses 1 en una forma impactante. Pablo sugiere que sus sufrimientos a favor de la Iglesia, de alguna manera misteriosa eran como un cumplimiento, una especie de culminación en su carne (a través de los golpes, el ayuno, las luchas, la desnudez, y los tormentos). “Sufrir las aflicciones que sufrió Cristo por su cuerpo, es decir, la iglesia”. Este idioma es extraordinario y notable. De alguna forma misteriosa, Dios ha asignado a sus líderes el privilegio y la responsabilidad de entender los sufrimientos de Cristo por su cuerpo, la Iglesia. Pablo aclara que no se trata siempre de su elección sincera o esfuerzo; Dios mismo por su mayordomía y gracia le había hecho ministro para que llevase la misteriosa Palabra del Dios y la diera a conocer plenamente a los gentiles. Este gran misterio se había desconocido por edades y generaciones (Ro.16. 25-27; Ef 3.4-8) pero ahora era revelado a los santos de Dios por los profetas y los apóstoles. ¿Cuál es este notable misterio? Dios ha escogido revelar la riqueza de su gracia entre los gentiles, la cual es Cristo en ellos, la gran esperanza de gloria. Aquellos que obtienen los misterios de Dios están íntimamente conectados a Su pueblo. Los ministerios existen con este propósito. Pablo describe su ministerio de diversas maneras, todas ellas hablan del distinguido honor que tenemos cuando servimos a la Iglesia de Dios: 2 Co. 11.2 - Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo Col. 1.28 - A quien anunciamos, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús.

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