Fundamentos de Liderazgo Cristiano, Guia del Mentor, MG07

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F U N D A M E N T O S D E L I D E R A Z G O C R I S T I A N O

El Líder Cristiano como Anciano Presbyteroi

¡Bienvenidos a la Guía del Mentor para la Lección 2, El Líder Cristiano como Anciano (presbyteroi) ! El enfoque dado en este módulo con respecto a los fundamentos del liderazgo cristiano es el de ver en forma cuidadosa cada una de sus dimensiones mencionadas en el NT, y cómo podemos entender el liderazgo cristiano como un servicio y cuidado para el cuerpo de Cristo. Estas cuatro dimensiones incluyen a los diáconos (griego diakonoi ), ancianos (griego presbyteroi ), pastores (griego poimenes ) y supervisores u “obispos” (griego episkopoi ). En esta lección consideraremos el papel y función de los ancianos o presbyteroi . Esta autoridad humana de la Iglesia tiene implicaciones especiales para los siervos que ministran en la ciudad, donde la familia está en peligro, y el resquebrajamiento de la sociedad ha dejado a muchas comunidades sin un respeto hacia el papel de los ancianos, ni en lo social ni tampoco en el ámbito espiritual. Las cualidades para el anciano están enlistadas en 1 Timoteo 3.2-7 así como en Tito 1.5-9, remarcando ambos textos las mismas características. ¿Cuáles son esas cualidades? Los pasajes de Tito 1 y 1 Timoteo 3 nos muestran la clase de persona que merece ser considerada anciano. Deben ser sin culpa o reproche, sin reprobación, un rasgo aplicado también a los diáconos en 1 Timoteo 3.10. Además, debe ser esposo de una sola mujer, lo que algunos eruditos interpretan como el haberse casado una sola vez. Sus propios hogares e hijos deben estar bajo control, tanto en disciplina como en el área espiritual (ver 1 Timoteo 3.4-5). Los hijos de un anciano no pueden ser salvajes ni desobedientes, demostrando de esta manera que su casa está en desorden, lo cual los dejaría descalificados para dirigir la casa de Dios (1 Ti.3.5). Un anciano debía ser una persona de un sólido carácter cristiano, alguien que no sea arrogante, ni pendenciero, ni terco, sino que sea tardo para airarse (Santiago 1.19-20) y no dado al vino. No debe ser violentos (1 Timoteo 3.3 ni propenso a la violencia) ni codicioso de ganancias deshonestas. El estándar de liderazgo cristiano del NT es alto y riguroso, y debemos subrayar su importancia cuando establecemos iglesias de Cristo en la ciudad. En contraste con las cosas que debemos evitar, existen además distintas características positivas de un discípulo maduro de Jesús. Deben ser hospitalarios (1 Ti. 3.2), deben amar y cuidar lo bueno (Sal. 15) y poseer dominio propio o templanza (Gál. 5.23; 1 Ti. 3.2; Tito 2.2, 4). Los ancianos debían ser personas de conducta vertical y justa, santos en el sentido de ser sin culpa (rasgos que Pablo poseía, 1 Tes. 2.10), además de disciplinados (ej.,

1 Página 53 Introducción a la lección

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