Fundamentos de Liderazgo Cristiano, Guia del Mentor, MG07

/ 5 5

F U N D A M E N T O S D E L I D E R A Z G O C R I S T I A N O

del ejemplo personal y el modelo. Esta regla, según Pedro, es el corazón y el alma de lo que significa ser pastor del pueblo de Dios, así como nuestro Señor es el Gran Pastor. Como Pedro afirma en 1 Pedro 2.25, “Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas”. Nosotros imitamos a nuestro Señor, aun en nuestro pastoreo. Y ¿cuál es la promesa dada a esos ancianos que cumplen con su tarea a la manera de Dios? Pedro termina nuestro pasaje con esta asombrosa exclamación: “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”. Qué afirmación tan asombrosa: Jesús mismo, el Príncipe de los Pastores dará a sus fieles ancianos la corona imperecedera por cuidar de sus pequeños. ¿Podría haber un motivo mejor, más alto o más glorioso para servir al pueblo de Dios de corazón, según la norma impuesta por el gran apóstol Pedro, anciano y colega nuestro en pastorear al pueblo de Dios? En días en que el liderazgo se ve como un extraordinario talento para obtener éxito personal, ¿podremos recapturar la visión del liderazgo cristiano como un sacrificio generoso a favor del pueblo de Dios cuando lo pastoreamos? Éste es nuestro desafío, y nuestro privilegio -- “apacentar la grey de Dios entre nosotros”. Dios permita que tengamos el corazón de un verdadero anciano, cuya vida entera está dedicada a proteger y cuidar a los pequeñitos de Cristo. Después de recitar y/o cantar el El Credo Niceno (situado en el Apéndice), haga la siguiente oración: Padre Todopoderoso, concede a tus siervos la gracia y el poder para completar el ministerio. Haznos fieles a tu servicio, listos para enseñar, constantes en compartir tu evangelio, y permite que siempre tengamos la completa certeza de fe, abundando en la esperanza, arraigados y cimentados en el amor, para continuar fuertes y seguros en tu Hijo Jesucristo nuestro Señor; a quien, contigo y con el Espíritu Santo, pertenece la gloria y el honor, el culto y la alabanza, ahora y siempre.

2

El Credo Niceno y oración

~ George Appleton, ed. The Oxford Book of Prayer . Oxford/New York: Oxford University Press, 1988. p. 218

Made with FlippingBook - professional solution for displaying marketing and sales documents online