Fundamentos de Liderazgo Cristiano, Guia del Mentor, MG07

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F U N D A M E N T O S D E L I D E R A Z G O C R I S T I A N O

caso su gracia y cuidado se manifiesta de un modo particular. Nuestro Señor no amó de lejos ni a la distancia. Se acercó lo suficiente para tocar a aquellos a quienes ministraba, y como resultado de su amor específico y particular para cada oveja, en su propio contexto de vida, transformó sus vidas. ¿Qué clase de motivaciones e incentivos nos permitirán encontrar individuos deseosos de brindar esta clase de cuidado exhaustivo y costoso a aquellos que desesperadamente necesitan pastoreo espiritual? Efesios 4 sugiere que es sólo Dios el que provee pastores para su pueblo, talentosos, personas disponibles que como nuestro Señor estén dispuestas a dar sus vidas por sus ovejas. Sólo Dios puede proveer esta clase de liderazgo cristiano que su pueblo necesita, personas que cuiden y que sigan el ejemplo de nuestro Señor y se conviertan en la clase de pastores sacrificados semejantes a Cristo, quien culminó con el remarcable acto de morir por nosotros. A la luz de la escasez de pastores santos para nuestras ciudades, necesitamos pedirle a Dios fervientemente y continuamente que nos dé lo que prometió a su pueblo Israel hace muchos siglos “y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia”. (Jer. 3.15). Necesitamos desesperadamente pastores que, como nuestro Señor, den sus vidas por las ovejas. R. Robert Cueni ha dado un gracioso, fino y real resumen de la odisea de brindar un cuidado pastoral: Ser pastor es. . . • Pasar tres años estudiando teología sistemática, sólo para descubrir que el comentario más erudito al que la gente responde es “Dios te ama”. • Nunca tener el dinero suficiente para pagar una factura, ni el tiempo suficiente para contar las bendiciones recibidas. • Recibir dos cartas anónimas la misma semana --una que procura corregir la gramática del sermón del domingo pasado y la otra con dinero para darle a una familia que experimenta dificultad.

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• Casi nunca vivir cerca de los parientes, pero siempre cerca de los amigos.

• Tratar de no reírse cuando le piden una bendición en la dedicación de la nueva planta de tratamiento de aguas hervidas.

• Trabajar siempre más de la cuenta, pero sin sentir la necesidad de ver el reloj.

• Identificarse con los hijos de Dios en todos los puntos de inflexión de sus vidas.