Fundamentos de Liderazgo Cristiano, Libro de Notas Del Estudiante, SW07
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F U N D A M E N T O S D E L I D E R A Z G O C R I S T I A N O
Una vista teológica de los dones de equipamiento descritos en Efesios 4.11 (continuación)
A pesar de esto, sin embargo, probablemente sea mejor restringir la idea de un “oficio apostólico” al más estrecho sentido de los Doce (sustituyendo a Matías por Judas) y sumando a Pablo. De ahí, el término misionero es mejor que apóstol para el plantador de iglesias modernas y trans-culturales, porque retiene el sentido lingüístico de aquel que es enviado en misión sin detracción de la autoridad especial retenida por los apóstoles originales que fueron directamente comisionados por el Señor resucitado. Sin embargo, debe reconocerse que la naturaleza de la tarea misionera es de ser “pequeños apóstoles”, siendo testigos de Cristo y ejerciendo autoridad sobre la formación de sus congregaciones dentro de los límites de la Escritura. Los apóstoles originales podían hablar autoritativamente a toda la iglesia, los misioneros pueden hablar autoritativamente a las iglesia que han plantado dentro de las normas de la Escritura. Finalmente para los apóstoles y misioneros, el asunto de la autoridad no consiste en controlar, sino en desarrollar congregaciones y líderes que puedan por sí mismos escuchar y obedecer a Cristo.
Toda autoridad cristiana legitima está basada en su habilidad de edificar (2 Cor10.8) Bendecir y no controlar es la base de la autoridad. Aun el lenguaje directo sobre la “sumisión a los líderes” de Hebreos 13.17 exhorta que los seguidores cristianos se sometan a los líderes para que los seguidores ganen “ventaja”, ya que los líderes son un regalo de Dios para proveer edificación y protección. Cualquier líder cristiano que reclama una autoridad separada de la obediencia a Cristo, de la sumisión a las Escrituras, del crecimiento de la iglesia de Cristo, o de la edificación de sus miembros, no está ejerciendo una autoridad bíblica. Pablo explica esta idea en la siguiente porción del texto cuando escribe que “el entrenamiento de los santos para el ministerio” esta dirigido para que “construya (edificar) el Cuerpo de Cristo” (Ef. 4.13).
El don misionero (apostólico), definido en esta forma, indica que:
• una persona siente un llamado urgente hacia los inconversos,
• presionarán constantemente a los nuevos grupos no alcanzados,
• agresivamente se adaptarán a las nuevas culturas para poder ganar el mayor número posible de personas, • y, levantaran líderes para las nuevas iglesias que establezcan, para que funcionalmente sirvan como “pastores de pastores”.
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