Fundamentos para las Misiones Cristianas, Guia del Mentor, MG04
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F U N D A M E N T O S P A R A L A S M I S I O N E S C R I S T I A N A S
recursos a los pobres, así la Iglesia debe “vivir el verdadero evangelio de la prosperidad”, procurando justicia y equidad a favor de los pobres en todos los tratos y asuntos.
Devocional
Dime, ¿eres tú el que ha de venir?
Lucas 7.18-23 - Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos, [19] y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? [20] Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? [21] En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. [22] Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; [23] y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. Cuando Jesús comenzó su ministerio como Mesías en Judea, había mucha emoción y anticipación, pero no fue inmediatamente obvio a todos que Él era el Mesías, eso incluyó a Juan el Bautista. La extraordinaria naturaleza de los milagros y obras portentosas de Jesús, hizo que de una manera firme ganara audiencia durante los últimos días de Juan el Bautista. Al decrecer el ministerio de Juan, el de Jesús creció, tanto en su radio de alcance como en influencia (comp. Juan 3.30). Juan bautizó a la nación para arrepentimiento, en anticipación de la revelación de la declaración de Jesús del Reino de Dios, y Jesús demostró su poder en sus milagros, sus sermones y en la naturaleza de su carácter y vida. Todo lo que Jesús era y hacía, comunicaba la validez de sus aseveraciones. Jesús de Nazaret era el Mesías de Dios, cuya encarnación proclamaba la presencia del Reino en el mundo. Cuando se supo de las obras portentosas de Jesús a través de toda Judea y de las regiones de alrededor, los discípulos de Juan oyeron de sus obras, y fueron y lo reportaron a Juan. Entonces Juan envió dos de sus discípulos a Jesús con una pregunta muy directa: “¿Eres Tú el que ha de venir, o esperaremos a otro?” Había suficiente evidencia en las obras de Jesús que estaban a punto de revelar, a lo menos, un llamado profético sobre la vida del Nazareno. No es necesario interpretar la pregunta de Juan como evidencia de su propia duda o malentendido. La pregunta revela el deseo de Juan por la verdad y claridad, sobre todo en el sentido del propio testimonio de la identidad de Jesús. Lucas nos dice que en la misma hora que Jesús escuchó la pregunta de los discípulos de Juan, Él comenzó a sanar la gente de muchos males y aflicciones, y echó fuera demonios.
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