Fundamentos para las Misiones Cristianas, Guia del Mentor, MG04
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F U N D A M E N T O S P A R A L A S M I S I O N E S C R I S T I A N A S
corporativamente, todos los del pueblo de Dios ahora están en el mundo en los negocios del Rey. La tarea asignada es doble. Primero, y fundamentalmente, es la labor de dar testimonio a nivel mundial, haciendo discípulos y plantando iglesias (Mat. 24.14; 28.19-20; Mar. 13.10; Luc. 24.47-48). Cristo Jesús debe ser proclamado en todo lugar como la encarnación de Dios, como Señor y Salvador, y la autoritativa invitación de Dios a encontrar vida por medio de volverse a Cristo en arrepentimiento y fe (Mat. 22.1-10; Luc. 14.16-24) debe ser anunciada a toda la humanidad. El ministerio de Pablo como evangelista y plantador de iglesias (en lo que respecta a fuerza y circunstancias permisibles) en todo el mundo (Rom. 1.14; 15.17-29; 1 Cor. 9.19-23; Col. 1.28-29), modelan esta primordial entrega. Segundo, todos los cristianos, y por lo tanto cada congregación de la Iglesia sobre la tierra, son llamados a practicar obras de misericordia y compasión, con un amor absoluto por el prójimo que responda sin restricciones a toda forma de necesidad humana según se presenten (Luc. 10.25-27; Rom. 12.20-21). La compasión fue el aspecto interno del amor por los prójimos que movió a Jesús a sanar a los enfermos, alimentar a los hambrientos y enseñar a los ignorantes (Mat. 9.36; 15.32; 20.34; Mar. 1.41; Luc. 7.13), y quienes son nuevas criaturas en Cristo deben ser compasivos, similarmente. De esta manera ellos guardan el segundo gran mandamiento y también le dan credibilidad a su proclamación de un Salvador que transforma pecadores a ser amadores de Dios y de sus semejantes. Si quienes exponen este mensaje no muestran su poder en sus propias vidas, se destruye la credibilidad. Pero si lo hacen así, la credibilidad aumenta. Esto fue lo que Jesús quiso decir cuando consideró el panorama de las buenas obras de sus testigos que hacía que la gente glorificara al Padre (Mat. 5.16; comp. 1 Ped. 2.11-12). Las buenas obras deben ser visibles para que apoyen a las buenas palabras. ~ J. I. Packer. Concise Theology: A Guide to Historic Christian Beliefs . (electronic ed.). Wheaton, IL: Tyndale House Publishers, 1995. Estos dos aspectos, el testimonio mundial y el practicar obras de misericordia y compasión, están construidos sobre el tener un entendimiento, haber sentido y experimentado el poder de la historia cristiana. No debe ser meramente vista como una historia de niños, ni un cuento casual de un religioso con pretensiones. Para los cristianos, la historia de Jesús de Nazaret y de la obra de Dios en Él y por medio de Él, es la gran verdad de las edades, la única proclamación sobre la tierra que puede darle vida eterna al que cree en su verdad y en sus promesas. Esto es el fundamento del testimonio y la base de las buenas obras: la historia de la gloria y el amor de Dios en Cristo Jesús.
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