Fundamentos para las Misiones Cristianas, Guia del Mentor, MG04
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F U N D A M E N T O S P A R A L A S M I S I O N E S C R I S T I A N A S
Una vez más, la estrategia de la excelencia de la mentoría en una sesión de clase tiene que ver con si el mentor entiende o no los objetivos que se tienen para el período de aprendizaje y si son capaces o no de aplicarlos en el proceso de la experiencia del aprendizaje. Su éxito como mentor estará en directa proporción a su habilidad de entender los objetivos, y luego asegurarse que todo lo que se discute, se hace, y se experimenta en la sesión de la clase, está relacionado y conectado a tales objetivos. Ésta es la regla cardinal de la buena enseñanza, y sobre todo es la clave de facilitar un abierto, interesante y útil ambiente de aprendizaje entre sus estudiantes. Por lo tanto, no dude discutir estos objetivos brevemente como un inicio de la sesión de aprendizaje. Haga que los estudiantes le presten atención a los objetivos, porque, en un sentido, eso es el corazón de su meta educacional para el período de clase en esta lección. Todo lo que se discuta y se haga debe apuntar a tales objetivos. Procure maneras de resaltarlos en todo momento, de reforzarlos y de reiterarlos, durante la clase. Este devocional se enfoca en la naturaleza de orientarse a la historia de la fe y misión cristiana. Esencialmente, nuestra fe está cimentada en la historia de la determinación de Dios de resolver el problema del pecado y la rebelión que ocurrió al principio de su obra creadora, y que se extiende hasta los días actuales. Se lee como una gran pieza épica, una novela de traición, promesa, lealtad y esperanza. En todos los sentidos, la visión de la redención cristiana es la historia del gran amor de Dios por su creación, el gran amor del Hijo por el Padre y la sorprendente humildad y obediencia que llevaría al Hijo a la cruz por la salvación del mundo. La misión está estrechamente unida a esta historia, para acogerla como historia, para proclamarla como evangelio, y para obedecerla como llamamiento. J. I. Packer hace un notable resumen de la misión que resalta su conexión al testimonio e incorporación de la historia de Dios: La palabra misión proviene del latín missio , que significa “enviando”. Las palabras que Jesús habló a sus primeros discípulos en su capacidad de representantes, “Como el Padre me envió, así también yo os envío” (Juan 20.21; comp. 17.18), aún están vigentes. La Iglesia universal, y por lo tanto cada congregación local y cada cristiano dentro de ella, son enviados al mundo a cumplir una tarea definitiva y definida. Jesús, el Señor de la Iglesia, ha dado la orden de marchar. Individual y
2 Página 13 Objetivos de la lección
3 Página 15 Devocional
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