Haciendo Justicia y Amando la Misericordia: Ministerios de Compasion, Guia del Mentor, MG16
H A C I E N D O J U S T I C I A Y A M A N D O L A M I S E R I C O R D I A : M I N I S T E R I O S D E C O M P A S I Ó N
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Policarpo e Ignacio: Dos de los “Padres Apostólicos” quienes conocieron personalmente a algunos de los doce apóstoles. Policarpo fue obispo (presbítero) de Esmirna y escribió extensamente sobre la doctrina cristiana; una de sus cartas fue dirigida a los Filipenses. Por otro lado, Ignacio fue obispo de Antioquía y escribió una carta a los Romanos. Ambas cartas, entre otras más, son atesoradas por la iglesia pero no son las mismas que aparecen en la Biblia, ni tampoco se les adjudica la misma autoridad canónica que tienen las cartas de los apóstoles de Cristo.
como las personas que se han alejado de Dios y han caído en el engaño y la desilusión… 1 Juan presenta una dicotomía entre ambos conceptos, el del mundo y el de Dios. Los dos son diametralmente opuestos y las personas tendrán que escoger a quién seguir. El mundo es considerado apóstata por Dios y la retórica de Juan se concentra en exhortar a los cristianos a una lealtad total hacia Dios: “Sabemos que somos de Dios y el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5.19); “Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo y el mundo los oye” (1 Juan 4.5). El creyente recibe este mandamiento “no améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2.15). Porque las cosas de Dios y el pueblo de Dios están en oposición al mundo, los creyentes no deberían sorprenderse de que el mundo les “odie” (1 Juan 3.13). La pecaminosidad es originada en y pertenece al mundo y por ende, tenemos que evitarla (1 Juan 2.16–17; comp. 1 Juan 4.3–5, 9). De manera similar Ignacio exhorta, “No hables de Cristo mientras desees al mundo” (Ignacio, Ro. 7.1). Aunque el mundo se caracteriza por las cosas negativas en los escritos de Juan, existe esperanza para él, ya que Cristo fue enviado como “el salvador del mundo” (1 Juan 4.14), y todo aquel que tenga fe en Él será victorioso (1 Juan 5.4–5). Es importante estudiar las características del mundo en el cuarto evangelio, en el cual se describe como un lugar que está bajo la misericordia de Dios (ej., Juan 3.16–17; 12.47), aunque todavía en oposición a la verdad (Juan 15.18–19). Los creyentes, de acuerdo con Juan, son rescatados “del mundo” (Juan 17.6; comparar con, Juan 17.11) al cual son enviados de vuelta (Juan 17.18). Primera Juan usa la palabra “mundo” en un sentido que abarca la esfera completa de las personas que se encuentran fuera de la iglesia. Así es como los falsos maestros pueden ser identificados: ya no están con la iglesia “se han ido al mundo” (1 Juan 4.1). Ya que son “del mundo” no se puede confiar en ellos (1 Juan 4.5; comp. 2 Juan 7). ~ B. J. Dodd. “World”. Dictionary of the Later New Testament and its Developments . R. P. Martin, ed. (electronic ed.). Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2000. Debido a esta remarcable relación dialéctica entre el mundo y la Iglesia, los creyentes han luchado por entender la manera en que esta última debe relacionarse con la primera: siendo estrictamente antagonista, buscando transformar al mismo, o separándose completamente de él. Preste atención a los distintos modelos que los teólogos y los hermanos y hermanas de la iglesia han formulado a través de la historia.
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