Haciendo Justicia y Amando la Misericordia: Ministerios de Compasion, Guia del Mentor, MG16

H A C I E N D O J U S T I C I A Y A M A N D O L A M I S E R I C O R D I A : M I N I S T E R I O S D E C O M P A S I Ó N

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Este texto revela que dentro de la ley algunas cosas tienen más peso que otras: la justicia, la misericordia y la fidelidad son consideradas por nuestro Señor como las cosas más importantes. Esto está confirmado en el hecho de que en el tiempo de los profetas, antes del exilio, la voluntad y la Palabra de Dios eran utilizadas para mostrar cómo ciertos desastres nacionales ocurridos en Israel eran una señal del justo juicio de Dios sobre Su pueblo, debido a dos razones: la idolatría y su falta de justicia y misericordia entre los más necesitados y vulnerables (ej., Amós 4-8; Oseas 4-10; Jer. 2-8). Buscamos establecer una manera en la que podamos expandir estos conceptos, con el propósito de tomar esta responsabilidad, no sólo en nuestras familias y congregaciones, sino con nuestros barrios, ciudades, regiones o naciones. El ser cristianos mundiales es estar preocupados con las necesidades de los pobres en toda la tierra, sintiendo una carga personal y responsabilizándonos por los que sufren, teniendo el deseo de contribuir para el avance del Reino en todo lugar donde haya necesidad de la justicia y bondad de Jesucristo. Como en las lecciones anteriores, los objetivos son importantes. A causa de la cantidad de conceptos e ideas cubiertas en esta lección, debe repasar los mismos en clase y remarcarlos en cada una de las discusiones e interacciones. Mientras más repase los objetivos a través del período de clase, más oportunidades tendrán los estudiantes de asimilar la magnitud de los mismos. Este devocional resalta una de las obligaciones más importantes, así como una de las manifestaciones de más espiritualidad auténtica: la irresistible y alegre generosidad. Fácilmente podemos caer en confundir las prácticas tradicionales con la generosidad de corazón abierto y manos abiertas, que es característica de una realidad espiritual genuina. Una vez que la vida y el poder de Dios ha ocupado los corazones y la vida de Su pueblo, un irresistible impulso de dar, servir y ser hospitalario se hace visible. Este amor tangible que

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