Haciendo Justicia y Amando la Misericordia: Ministerios de Compasion, Guia del Mentor, MG16

H A C I E N D O J U S T I C I A Y A M A N D O L A M I S E R I C O R D I A : M I N I S T E R I O S D E C O M P A S I Ó N

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12.51). Ambos evangelistas reportan a Jesús diciendo,“Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra” (Mateo 10.35; Lucas 12.53), mientras que Mateo termina la declaración con una cita del Antiguo Testamento: “y los enemigos del hombre, serán los de su casa” (Miqueas 7.6). Una cosa es cierta: Jesús no recomienda el conflicto. El enseñó a sus seguidores a no resistirse o tomar venganza cuando fueran atacados o maltratados. “Bienaventurados los pacificadores”, él dijo, “porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5.9), significando que Dios es el Dios de paz, por ende, aquellos que buscan la paz y van tras ella reflejan Su carácter. Cuando Jesús fue por última vez a Jerusalén, el mensaje que llevó fue concerniente a “lo que es para tu paz” y lloró porque la ciudad no quiso conocer su mensaje y se acercaba a la destrucción (Lucas 19.41–44). El mensaje que sus seguidores proclamaron en Su nombre luego de la Ascensión fue llamado “el evangelio de la paz” (Efesios 6.15) o el “mensaje de la reconciliación” (2 Co. 5.19 RV60). Fue llamado de esta manera no por tratarse de una doctrina, sino más bien por ser un hecho de la experiencia. Individuos y grupos que antes no se relacionaban, se reconciliaron por una devoción común a Cristo. Muchos otros habían experimentado seguramente las mismas cosas, durante el ministerio del Galileo: si Simón el zelote y Mateo el publicano pudieron vivir juntos como dos de los doce apóstoles, el resto de los apóstoles debieron haber visto esto como un milagro de la gracia de Dios. Pero cuando Jesús habló de la tensión y conflicto en la familia, probablemente se refirió a su experiencia personal. Existen indicaciones en la historia del evangelio de que algunos miembros de su familia no simpatizaban con su ministerio; muchas personas de las que se violentaron contra él diciéndole en una ocasión “Está fuera de sí” eran llamados “sus amigos” pero en la RV60 con más precisión dice “los suyos” (Marcos 3.21). “Porque ni aun sus hermanos creían en él” leemos en Juan 7.5. (Si se pregunta por qué, en este caso, los mismos obtuvieron posiciones de liderazgo al lado de los apóstoles en la iglesia primitiva, la respuesta sin duda se encuentra en la declaración de 1 Corintios 15.7, que Jesús, una vez resucitado de entre los muertos, se le apareció a Santiago, su hermano). Así que, cuando Jesús dijo que no había venido a traer “paz, sino espada” quiso decir que éste sería el efecto de su venida, no el propósito de la misma. Sus palabras fueron verdaderas para la iglesia

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