Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

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PARTE 1: IGLESIA POCO COMÚN

Jesús protege a la iglesia local y cuida de ella. Cuando nos conectamos con otros cristianos, recibimos el cuidado de Cristo por nosotros a través de otros en la iglesia. Del mismo modo, cuando nos preocupamos por los demás, realmente los tocamos con el amor de Cristo (Efesios 5: 29-30). Jesús demostró el alto valor de la iglesia al morir voluntariamente por ella. Tal amor sacrificial nos enseña a valorar y comprometernos con una iglesia local independientemente de sus imperfecciones (vv. 25-27). Culto corporativo. Una forma en que valoramos a la iglesia local es a través de la reunión para la adoración corporativa. Hay varias prioridades en la adoración corporativa, la primera es el estudio de las Escrituras. La Biblia es la revelación más clara de Dios que tenemos. La iglesia primitiva vio milagros sin precedentes y experimentó la poderosa llegada del Espíritu Santo. En lugar de enfocarse en lo sobrenatural, “se dedicaron a la enseñanza de los apóstoles” (Hechos 2:42). Por su comportamiento, enviaron el mensaje de que los milagros y las maravillas no son un fin en sí mismos, sino más bien una confirmación de que este nuevo mensaje era de Dios. Por lo tanto, debemos hacer del estudio, la comprensión y la aplicación de las Escrituras una prioridad. Los primeros cristianos alzaron sus voces en alabanza a Dios, ya que tal alabanza era natural (Efesios 5:19; Hechos 16:25). A veces surge una controversia sobre el estilo de música en una iglesia. Independientemente de lo que decida una iglesia local, es importante asegurarse de que nuestra música sea bíblicamente precisa y honre al Señor (Colosenses 3:16-17). Además, es aconsejable que el estilo musical no sea la razón principal por la que un creyente se une a una iglesia. Aunque cantar es importante, también