Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

FE Y OBRAS

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discuten viudas, huérfanos, prisioneros y esclavos, es decir, la clase baja de ese tiempo. También vemos preocupación por temas como los salarios justos. Las Escrituras describen tres categorías principales de personas en situación de pobreza. Primero están los indigentes, que dependen de otras personas para llegar a fin de mes. Son los mendigos de las esquinas que vemos hoy. En segundo lugar están aquellos que tienen una dolencia física que les hace vivir en la pobreza. En tercer lugar están aquellos que están psicológicamente derrotados. La vida los ha destrozado tanto que otros deben apoyarlos materialmente. Los escritores del Antiguo Testamento castigan constantemente a Israel por permitir que las personas en estas condiciones sean explotadas y oprimidas. El libro de Deuteronomio está lleno de regulaciones políticas y económicas destinadas a nivelar la riqueza para beneficiar a los menos afortunados. Uno de los principales era regular la condonación de la deuda cada siete años. Así que está claro que se esperaba que Israel protegiera los derechos de los pobres y les diera vías para escapar de su pobreza. Sin embargo, las leyes estaban allí simplemente para instruir al corazón. Dios quería que los israelitas se preocuparan por lo que la pobreza le hacía a los demás. No era solo un deber religioso para cumplir. Fue para estimular la generosidad y la compasión por sus vecinos. Después de todo, este era un pueblo que había experimentado lo peor que la vida tenía para ofrecer mientras servía como esclavo en Egipto. Dios no quería que olvidaran de qué los había liberado.