Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

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PARTE 2: BUSCANDO EL BIEN COMÚN

malvadas. Deje que estos ejemplos despierten su curiosidad acerca de cómo se formó el barrio en el que ministra.

ABOGAR NO ES SUFICIENTE Muchas veces, los intentos de reforma crean ciclos viscosos de fracaso. Las instituciones a menudo están amañadas y/o son corruptas, y los reformadores tienden a ser castigados. Hasta la segunda venida de Cristo, el mundo será un lugar pecaminoso. El mal continuará ejerciendo su poder sobre las instituciones para mantener el status quo . Permítanme llevarlos de vuelta a mi experiencia de plantar iglesias en medio de los disturbios civiles por un tiroteo de un oficial de policía con carga racial en 2001. En ese momento, el vecindario era pobre. Desde entonces, la gentrificación ha golpeado, y he sido un agudo observador de los esfuerzos de reforma. Casi veinte años después, he visto un progreso incremental, aunque es una mezcla con respecto al cambio significativo dentro de las instituciones del vecindario. Algunas personas han cambiado para bien. Sin embargo, tampoco hay duda de que las instituciones han sido utilizadas para el mal por personas en el poder que han utilizado el trauma de los disturbios. La reforma implicó limpiar el tráfico de drogas. En los primeros días de esa iglesia, interactué con muchos que estaban involucrados en la venta de drogas. Para algunos, la motivación era estrictamente financiera. Pero para otros, fue un afán de poder. Para ambos grupos, siempre hubo una explicación para la participación: la economía fallida. De hecho, entre los que vi reformar con éxito, la solución siempre fue equiparlos para ganar un salario digno.