Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

AHÍ VA EL VECINDARIO

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Si su vecindario estaba delineado, era casi imposible para usted obtener un préstamo comercial o una hipoteca para vivienda. La mayoría de los barrios de líneas rojas eran barrios no blancos. Los bancos crearon profecías autocumplidas, ya que el razonamiento que dieron para no invertir se debió al mal mantenimiento de la propiedad. Cualquier vecindario, independientemente de la demografía racial, que no tuviera suficiente capital para mantener hogares y negocios tendría un ambiente negativo. Los pactos restrictivos y delineados han dejado un largo legado. Investigue la historia de los patrones de vivienda de su ciudad y verá sus residuos décadas más tarde. Renovación urbana. A partir de la Ley de Vivienda de 1949, los vecindarios urbanos fueron objeto de renovación. El plan era derribar lo viejo para traer lo nuevo. Se utilizaron fondos federales para poner en marcha el proceso. A estas alturas, ya sabe hacia dónde va esta historia. Los vecindarios no blancos fueron destruidos para hacer espacio para proyectos como el sistema interestatal. Si su ciudad tiene una interestatal, es probable que atraviese lo que solía ser un vecindario negro o marrón. Esto dividió y destruyó comunidades enteras, muchas de ellas prósperas y estables antes de la “renovación”. Muchos dueños de negocios y familias a quienes se les había prometido una compensación por su propiedad nunca la recibieron. Muchas otras políticas, prácticas y procedimientos dan forma a la formación de barrios. Todos giran en torno a limitar la distribución de vehículos de creación de riqueza para las personas no blancas. En su raíz, son prácticas institucionales

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