Jesús Recortado de la Imagen

Jesús Recortado de la Imagen

Iglesia es una “batalla por la Tierra Media” y está llena de destrucción y falta de armonía. Pero vale la pena pelear la batalla por causa de la victoria segura a través del Señor Jesús. Los cristianos deben anhelar el hogar en la presencia de Dios, no un viaje de regreso a alguna gloria terrenal del pasado. Determinando los períodos El Pueblo de la Historia aprecia la obra del Espíritu Santo en todas las épocas de la Iglesia: Bíblica, primitiva, medieval, reformada, moderna y postmoderna (ver Apéndice 5: “Seis paradigmas de la historia”). Podría parecer que la época Primitiva (100-451) fuera idealizada, como si los cristianos primitivos fueran más puros en su devoción que en otros tiempos. Este no es el caso. Sin embargo, lo que es notable en este período es que Dios el Espíritu Santo guió a la Iglesia a articular, de una vez por todas, las creencias y las prácticas fundamentales que han persistido a lo largo de la era de la Iglesia. La obra de Dios para establecer la Gran Tradición fue un acto definitorio que ha facultado a la Iglesia para mantenerse en pie durante los últimos 1600 años. Esas creencias y prácticas básicas de la fe cristiana seguirán guiando a la Iglesia hasta que Jesús vuelva.

Lo que resta ahora es declarar el evangelio del Reino y encarnar la Gran Tradición entre todas las personas del mundo.

Sin antagonistas comunes Mientras que los métodos tradicional, pragmático y emergente reaccionan a sus propios antagonistas, el Pueblo de la Historia no tiene antagonistas culturales comunes. No hay desesperación tocante a la

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