La Busqueda del Pergrino

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Sorprendido por el gozo: Volviendo a relatar la mayor Historia jamás contada

Como compañeros de peregrinaje y de discipulado del Señor Jesús, nuestra oración constante y ferviente por usted es que sea transformado/a personalmente por la poderosa Historia de Cristo, y que siendo transformado/a por Él a través de la Palabra y sus personajes, usted se convierta en un/a testigo/a efectivo/a de esa Historia en su hogar, su vecindario, y su comunidad. Como sea que vayamos a contarla, demostrarla, cantarla o compartirla, la verdad de Jesucristo para nosotros sigue siendo la misma confesión vital y verídica guardada cuidadosamente desde el tiempo de los apóstoles, y que continúa conmoviendo corazones y transformando vidas en el presente. Ojalá aprenda a mostrar en su adoración, su estudio y discipulado el esplendor de la simple pero profunda historia de Jesús, la misma que se cuenta una y otra vez entre los fieles mientras esperan su certero y a la vez misterioso final – el Reino de nuestro Señor y de su Cristo viniendo a la tierra. Cuando todo está dicho y hecho, cuando todas las prácticas y los servicios han acabado, todos los estudios están completos y las disciplinas promulgadas, hay sólo una cosa que realmente importa. Que hemos llegado a conocer a quien Dios entregó al mundo como Mesías y Salvador, el Señor Jesús resucitado, quien en sí mismo es el cumplimiento de la simple pero profunda historia del Evangelio, las promesas de salvación profetizadas en el Antiguo Testamento, y las sólidas afirmaciones teológicas de las epístolas. ¿Cuál es el punto de toda esta fina teología tan sublimemente escrita? El mensaje es simple. Todas estas revelaciones hablan clara y persuasivamente de un predicador judío incomprendido e itinerante que ha cambiado la historia para siempre, cumpliendo el plan de Dios y marcando el comienzo de la esperanza del Reino venidero. Esta fe común, esta historia grandiosa del fiel amor de Dios hacia nosotros en Jesucristo no ha perdido su poder – aún tiene el poder de transformar y puede reconstruir las ciudades de nuestra nación y de nuestro mundo, según el Espíritu guíe.