La Busqueda del Pergrino

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7. ¿Por qué Jesús escogió el término “Reino de Dios” para proclamar las buenas nuevas de Dios para el mundo? Hay dos razones básicas:

a. Era bíblico. Si bien la frase exacta “Reino de Dios” no aparece nunca en el Antiguo Testamento (tal vez una vez en 1 Crónicas 28:5), la idea está presente en todo el Antiguo Testamento. A lo largo del mismo, Dios es rey siempre y en todas partes, especialmente en los profetas. Su reinado no siempre se tiene en cuenta en este mundo pecaminoso. De hecho, el mayor énfasis en el Antiguo Testamento, declarado en cientos de formas e imágenes diferentes, está en el futuro reinado de Dios. La esperanza del Antiguo Testamento es que Dios mismo vendrá y traerá la salvación a su pueblo y de juicio/destrucción de sus enemigos. (Vea 1 Crónicas 29:11; Salmo 22:28, 96:10-13, 103:19, 145:11-13; Isaías 25 y sig.; 65 y sig.; Daniel 2:44 y 4:3, 34, 6:26, 7:13 y sig., 27). b. Era entendido y tenía sentido para los judíos palestinos del primer siglo a los que les proclamaba las Buenas Nuevas. De hecho, la frase “Reino de Dios” se había desarrollado mucho en los 400 años entre el Antiguo Testamento y la venida de Jesús. ¡El Reino de Dios ahora resumía la esperanza de todo el Antiguo Testamento! Los judíos del primer siglo estaban esperando que Dios viniera como rey y reinara sobre el mundo entero, destruyendo a sus enemigos y dándole todas sus bendiciones a su pueblo, Israel. Este concepto fue especialmente significativo para los judíos que, por una parte, estaban firmemente convencidos de que su Dios Yahvé era el único y verdadero Dios que gobernaba en todo el universo, y por la otra, habiendo experimentado más de 700 años de dominación extranjera en manos de los gobernantes paganos de Asiria, luego Babilonia, luego Persia, luego Grecia y finalmente Roma. Jesús nunca les define el Reino de Dios, porque todos sabían lo que significaba. Este es un gran ejemplo para nosotros en nuestros ministerios. Jesús fue a donde estaban las personas (¡la encarnación!), fue fiel al mensaje bíblico, y les habló en términos que ellos podían entender. (Vea ej. Lucas 1:32 y sig.; 19:11, 23:51; Marcos 11:10, 15:43; Hechos 1:6) El frase Reino de Dios resumía toda la esperanza y la promesa del Antiguo