Meras Misiones

152 • M eras M isiones : A vanzando para M ultiplicarnos

propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor” (Efesios 4:11-16). Si los santos no están equipados, “a través de y para” la Iglesia, entonces la expansión del Evangelio y los esfuerzos de multiplicación de la misión de la Iglesia flaquearán y pueden detenerse por completo, lo que provocará que el cuerpo de Cristo no sea edificado. La tarea de equipar a la Iglesia es crítica en nuestra Plataforma de Misiones Apostólicas . Equipar a los santos no es una opción ni sólo para algunos. Todos aquellos que declaran a Cristo Jesús como Señor entran a Su servicio en esta batalla espiritual cósmica entre el Reino de Dios y el Reino de las Tinieblas. La lealtad al Señor, a través de la confesión de fe obediente por gracia, los alista automáticamente para hacer discípulos y avivar el fuego del don que Dios les ha dado, para “hacer crecer el cuerpo para que se edifique en amor”. (Efesios 4:16). Este no es un servicio de violencia como el mundo conoce la violencia, sino una agresión de amor incesante que busca la salvación de todos para la gloria de Dios. Es un amor que es “sufrido, es benigno; no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Un amor que nunca deja de ser” (1 Cor. 13:4-8a). Se trata de “ La Marca de un Cristiano ” (Título del clásico espiritual de Francis Shaeffer). Con esta marca, esta identificación, el liderazgo espiritual dentro de la Iglesia, equipa a los santos para hacer discípulos y desarrollar dones. Veamos estas dos áreas de equipamiento de liderazgo: hacer discípulos y desarrollar dones. Hacer discípulos Todos conocemos la Gran Comisión, especialmente la citada en Mateo 28:19-20: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta