Meras Misiones

156 • M eras M isiones : A vanzando para M ultiplicarnos

5. Ora (Mateo 6:5-15). 6. Da (Mateo 6:19-21; Mateo 10:8). 7. Ve y discipula (Mateo 28:18-20).

En verdad, hay más de siete mandamientos que fueron dados por Jesús. Algunos han contado más de 30. Este no es un ejercicio legalista sino una mirada honesta para que seamos obedientes al mandato de Cristo de hacer discípulos, “enseñándoles todo lo que os he mandado”. Estos son siete “mandamientos básicos” en los que encajan, o encajan estrechamente, los demás mandamientos de Jesús. Ahora podemos responder a nuestra pregunta: “¿cuándo se hace un discípulo?” Si aplicamos lo que Jesús nos ordenó hacer, es decir, bautizar y enseñar, usando los siete mandamientos básicos de Cristo, podemos mirar a la persona y determinar si el proceso de discipulado está completo: han confesado, se han arrepentido y han creído en el Evangelio; fueron bautizados y llenos del Espíritu Santo; aman a Dios, al prójimo y a la comunidad eclesial; celebran la Cena del Señor; Ellos oran; ellos dan; van y discipulan siguiendo el mismo patrón. “Hay un discípulo de Jesús”. Este no es un proceso subjetivo sino uno objetivo. No se basa en sentimientos sino en demostraciones claras y observables de obediencia. Sin embargo, el discipulado es un viaje de obediencia de por vida (Juan 14:15). Los discípulos no alcanzan la gloria de Dios, pero Dios es fiel cuando el discípulo no es fiel (2 Tim. 2:13) y Él continúa con Su propósito de conformar al discípulo a la imagen de Jesús (Rom. 8:29), cada paso del camino. “El discipulado, por ende, debe ser necesariamente un proceso incómodo de reorientación y de abandono de los valores egocéntricos de la sociedad humana en favor de la economía divina” (Ladd). Como hacedores de discípulos, podemos regar (espiritualizar, bautizar) y podemos plantar (espiritualizar, enseñar) pero sólo Dios puede causar el crecimiento (1 Cor. 3:5-9). Este es el “mínimo radical”