Meras Misiones

E l R eino : E strechar • 183

sobre todas las cosas y no hay nada que temer. Se nos ha confiado el poder del Evangelio. El Espíritu Santo nos ha sido dado para consolarnos y guiarnos. Nosotros, la Iglesia somos Su Novia. ¿Qué novio no protegerá ni mantendrá a su amada? Y la justicia, la paz y la alegría del Reino están dentro de la Iglesia. ¿Por qué hay que ser cobarde al pararse sobre estos tablones de misiones apostólicas? El Reino de Dios es el dominio de Su gobierno y reinado. Entró silencioso y sin pretensiones en el dominio de las tinieblas, este mundo presente, que reside en un poder real y sobrenatural (Mateo 4:8-9; 1 Juan 5:19), el dios de este siglo también conocido como el príncipe del poder del aire. Jesús, el legítimo Rey del Reino de Dios, vino predicando el gobierno y el reino redentor de Dios. “El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está cerca; arrepiéntanse y crean en el evangelio”. Fue el comienzo del conflicto y la victoria sobre Satanás y su reino de terror, esclavitud, lucha y muerte. Expandir y hacer avanzar el Reino de Dios es proclamar el Evangelio y llamar a la gente al arrepentimiento y a creer. Es un llamado a cambiar la propia lealtad. Es un llamado de “¿de qué lado estás?” ¿Quién va a gobernar y reinar en última instancia en la vida de la persona? Quien renuncia a su propia lealtad por la autoridad y redención de Dios en Cristo Jesús, ha encontrado el tesoro enterrado en el campo (Mat. 13:44). El Reino de Dios ha entrado en nosotros (Lucas 17:20-21). Sin embargo, no todos entran en el Reino de Dios (Marcos 10:14, 23-25; Lucas 18:17; Mateo 8,12; Lucas 13,28; 1 Corintios 6,9; Gálatas 5,21). Es gratis, pero tiene un costo. Dietrich Bonhoeffer lo dijo mejor: “La gracia es absolutamente gratuita, pero te costará todo”. Jesús, el Rey del Reino de Dios, recorrió las ciudades enseñando que “el reino de los cielos ha sufrido violencia, y los violentos lo arrebatan” (Mat. 11:12). El gobierno y el reinado de Dios requieren una reacción radical. Jesús describió esta reacción en imágenes de acción violenta contra uno mismo. “Si tu mano te