Meras Misiones

222 • M eras M isiones : A vanzando para M ultiplicarnos

A péndice 10 Avanzar Mirando Hacia Atrás HaciaUnaRecuperación Evangélicade laGran Tradición Rev. Dr. Don L. Davis

Redescubriendo la “Gran Tradición” En un pequeño y maravilloso libro, Ola Tjorhom1 describe la Gran Tradición de la Iglesia (a veces llamada la “tradición cristiana clásica”) como “viva, orgánica y dinámica”.2 La Gran Tradición representa ese núcleo evangélico, apostólico y católico de la fe y práctica cristianas que se materializó en gran medida entre el año 100 y el 500 d.C.3 Su rico legado y tesoros representan la confesión de la Iglesia de lo que siempre ha creído, el culto que la Iglesia antigua e indivisa celebró y encarnó, y la misión que abrazó y emprendió. Si bien la Gran Tradición no puede sustituir a la Tradición Apostólica (es decir, la fuente autorizada de toda la fe cristiana, las Escrituras), ni debe eclipsar la presencia viva de Cristo en la Iglesia a través del Espíritu Santo, sigue siendo autoritativa y revitalizante para el pueblo de Dios. Ha proporcionado y todavía 1 Ola Tjorhom, Visible Church–Visible Unity: Ecumenical Ecclesiology and “The Great Tradition of the Church.” Collegeville, Minnesota: Liturgical Press, 2004. Robert Webber definió la Gran Tradición de esta manera: “[Es] el esquema general de la creencia y práctica cristiana desarrollada a partir de las Escrituras entre la época de Cristo y mediados del siglo V”. Robert E. Webber, The Majestic Tapestry. Nashville: Thomas Nelson Publishers, 1986, pág. 10. 3 El núcleo de la Gran Tradición se concentra en las formulaciones, confesiones y prácticas de los primeros cinco siglos de vida y obra de la Iglesia. Thomas Oden, a mi juicio, afirma con razón que “. . . . la mayor parte de lo que tiene un valor duradero en la exégesis bíblica contemporánea fue descubierto en el siglo V” (cf. Thomas C. Oden, The Word of Life. San Francisco: Harper San Francisco, 1989, pág. xi.). 2 Ibid ., pág. 35.

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