Meras Misiones

A péndice • 225

de Nazaret, su testimonio autorizado de su vida y obra relatado en las Sagradas Escrituras, el canon de nuestra Biblia hoy. La Iglesia es apostólica, construida sobre el fundamento de los profetas y los apóstoles, siendo la Piedra Angular el mismo Cristo. Las Escrituras mismas representan la fuente de nuestra interpretación sobre el Reino de Dios, esa historia del amor redentor de Dios plasmado en la promesa a Abraham y los patriarcas, en las alianzas y experiencia de Israel, y que culmina en la revelación de Dios en Cristo Jesús, como fue predicho en los profetas y explicado en el testimonio apostólico. 2. Los Concilios y Credos Ecuménicos, Especialmente el Credo Niceno. La Gran Tradición declara la verdad y establece los límites de la fe ortodoxa histórica tal como se define y afirma en los credos ecuménicos de la Iglesia antigua e indivisa, con especial atención en el Credo Niceno. Sus declaraciones fueron tomadas como una interpretación y un comentario precisos de las enseñanzas de los apóstoles contenidas en las Escrituras. Si bien no es la fuente de la fe en sí, la confesión de los concilios y credos ecuménicos representa la sustancia de sus enseñanzas ,5 especialmente aquellas anteriores al siglo V (donde prácticamente todas las doctrinas elementales relativas a Dios, Cristo y la salvación fueron articuladas y adoptadas ).6 5 Estoy en deuda con el fallecido Dr. Robert E. Webber por esta útil distinción entre la fuente y la sustancia de la fe y la interpretación cristianas. 6 Si bien los siete Concilios ecuménicos (junto con otros) son afirmados tanto por las comuniones Católicas como por las Ortodoxas como vinculantes, son los primeros cuatro Concilios los que deben considerarse las confesiones críticas y más esenciales de la Iglesia antigua e indivisa. Yo y otros defendemos esto en gran medida porque los primeros cuatro articulan y establecen de una vez por todas lo que debe considerarse nuestra fe ortodoxa en las doctrinas de la Trinidad y la Encarnación (cf. Philip Schaff, The Creeds of Christendom , v. 1. Grand Rapids: Baker Book House, 1996, pág.44). De manera similar, incluso los reformadores magistrales abrazaron las enseñanzas de la Gran Tradición y consideraron autorizadas sus confesiones más significativas. En consecuencia,

Made with FlippingBook Digital Proposal Maker