Meras Misiones

J esús E s S eñor : E l C ariño • 61

ella era una santa anciana que cuidaba a su hija inválida que estaba postrada en cama por más de cuarenta años. Era de baja estatura y parecía frágil. Su casa debía tener menos de 600 pies cuadrados y no era apta para vivir. Un día fui a visitar a Tee y le traje un sofá nuevo/usado que había sido donado al ministerio. Cuando levanté su viejo sofá para quitarlo, innumerables cucarachas cayeron sobre mi cabeza y mi ropa. Estaban en todas partes y en todo. El lugar debería haber sido condenado y derribado. Aunque Tee vivió una vida dura, había una alegría interior que se desbordaba dentro de su vida cuando la mayoría de los demás levantarían sus puños para maldecir a Dios. ¡Pero no Tee! Ella ejemplificó las palabras de Pablo a la Iglesia de Tesalónica: “Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tes. 5:18). Aunque no estoy seguro de que supiera leer, siempre tenía una palabra de agradecimiento del Reino para compartir conmigo. Esta santa, desconocida excepto para muy pocos, quien vivía en la pobreza, dejó una huella “rica” en mi espíritu. Ella vivió una vida de cariño hacia el Señor Jesús y fue utilizada por el Espíritu del Señor para comenzar a dar forma a mi Plataforma de Misiones Apostólicas . Espero ver a esta santa algún día mientras camine por las calles de oro en la Nueva Jerusalén.