Meras Misiones

E l E spíritu S anto : E mpoderar • 65

un grupo militante radical. Estaban predicando en la calle su odio antisemita y antiblanco. “Ve allí y comparte el Evangelio con ese grupo de afroamericanos”. “¿Estás seguro de este Señor?” Mientras caminábamos hacia el grupo, mi compañero de evangelización (que era asiático y también odiado por ellos) y yo fuimos inmediatamente rodeados por varios de los israelitas hebreos negros. Este grupo de “soldados de infantería”, vestidos de camuflaje, miraban hacia afuera y de espaldas a nosotros. El líder del grupo entró en el círculo y nos lanzó a la cara su discurso lleno de odio durante treinta minutos. Al final de su diatriba gritó: “¿Qué tienes que decir sobre esto, #@&%?”, lo que inmediatamente abrió la oportunidad de compartir el Evangelio. El proyecto de viviendas Nickerson Gardens, en Watts, es el más grande de su tipo al oeste del río Mississippi. Es el lugar de nacimiento de la pandilla Bounty Hunter Blood. “Inicia un club bíblico para niños en Nickerson Gardens”. “¿Estás seguro de este Señor?” Hice planes y resolví cosas con el Director del Centro Comunitario ubicado en el corazón de los proyectos. Era un anciano afroamericano, cuyo rostro mostraba el dolor de la violencia, las drogas y las pandillas que debió haber visto y experimentado. Pude ver la sorpresa y preocupación cuando entré a su oficina, pero él estaba muy agradecido de que hiciéramos algo así por los niños. El primer día del Club Bíblico para niños, mientras jugábamos, notamos que estábamos rodeados en el perímetro por miembros de pandillas. Todos eran jóvenes y llevaban sus pañuelos rojos y gafas de sol. Los niños no pensaron nada al respecto, pero los voluntarios estaban nerviosos y yo necesitaba calmar sus miedos. Me acerqué a quien pensé que era el líder. “¿Está todo bien?” Me miró y dijo: “Sólo estamos protegiendo a los niños de cualquier posible interferencia de pandillas rivales”. “Es un alivio”, pensé. Hablamos un poco más, aunque no recuerdo de qué, y luego volví al Club Bíblico. Las risas y la alegría hicieron sonreír a las mamás que se asomaban a las ventanas del proyecto. Era como si hubieran deseado poder unirse. Salimos animados y esperábamos con ansias que el Club