Orando los Salmos con Agustín y Amigos
Capítulo 4: Salmos 60–80
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Salmo 78 con Agustín – Amando a Dios sobre todas las cosas
Si Dios los hería de muerte, entonces lo buscaban (v. 34) no por el bien de la vida eterna, sino por temor a poner fin a su vida efímera demasiado pronto. Quienes lo buscaban no eran los que él había herido de muerto, sino aquellos que temían ser heridos de muerte según el ejemplo de ellos. Se
acordaban de que Dios era su Roca, de que el Dios Altísimo era su Redentor (v. 35). Pero, todo esto, con el propósito de adquirir cosas buenas en la tierra y evitar las malas. Pues los que buscaban a Dios en aras de las bendiciones
Agustín sobre el Salmo 75 “Dado que Dios es más grande y mejor que todas las cosas, debe ser amado más que todas las cosas para poder ser adorado”.
terrenales, no buscaban a Dios, sino las cosas materiales. Lo adoraron con miedo, no con amor libre. Así, pues, no se adora a Dios, sino que se adora lo que se ama. Dado que Dios es más grande y mejor que todas las cosas, debe ser amado más que todas las cosas para poder ser adorado. Pero entonces lo halagaban con la boca y le mentían con la lengua. No fue su corazón sincero para con Dios; no fueron fieles a su pacto (vv. 36–37). Encontró una cosa en su lengua y otra en su corazón, pues para él las cosas secretas de los hombres están desnudas, y sin obstáculo vio lo que verdaderamente amaban. Por eso, cuando el corazón busca a Dios por amor a él, está bien con él. Una cosa deseaba David del Señor: habitar en la casa del Señor para siempre y meditar en su belleza (Sal 27:4). En cuanto a la generación torcida, aun cuando parecían buscar a Dios, solo amaban con bocas mentirosas, pero su corazón no estaba bien con
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