Orando los Salmos con Agustín y Amigos

Capítulo 5: Salmos 81–101

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Salmo 85 con Agustín – Paz y regocijo en Dios Oh Dios, ¿No volverás a darnos nueva vida? (v. 6). No como si nos volviéramos a ti por nuestra propia voluntad, sin tu misericordia, y tú nos das vida. Pero nuestra conversión misma proviene de ti, para que seamos vivificados. Para que tu pueblo se regocije en ti (v. 6). Porque cuando quisimos encontrar gozo en nosotros mismos, encontramos angustia. Pero ahora, porque Dios es todo nuestro gozo, nos regocijaremos seguros. Alegrémonos en aquel que no puede perecer.

Promete paz a su pueblo (v. 8). ¿Qué es la paz? Donde no hay guerra. Sin guerra no hay contradicción, no hay resistencia, no hay nada a lo que oponerse. ¿Ya estamos ahí? Hay conflicto con el

Agustín sobre el Salmo 75 “Pues, sin importar lo que nos de ahora, entonces él se dará a sí mismo en su lugar, ésta será la paz plena y perfecta”.

diablo. Todos los fieles luchan con el príncipe de los demonios. ¿Y cómo luchan con alguien a quien no pueden ver? Mientras luchan con sus propios deseos, él les sugiere pecados, y al no consentir a sus sugerencias, luchan. ¿Qué paz tiene la gente aquí, frente a problemas, deseos, carencias y cansancio? Esta no es la verdadera paz. Un día habrá verdadera paz entre los hijos de Dios, amándonos todos unos a otros, viéndonos unos a otros llenos de Dios, ya que Dios será todo en todos. será nuestra visión común, nuestra posesión común, nuestra paz común. No importa lo que nos dé ahora, ya que entonces, él se dará a sí mismo y esta será la paz plena y perfecta, nuestra alegría, nuestro descanso; el fin de todos los problemas, no es otro que Dios.

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