Orando los Salmos con Agustín y Amigos

Capítulo 5: Salmos 81–101

171

Salmo 93 con Martín Lutero – Las maravillosas y extrañas obras de Dios

De acuerdo con nuestro salmo, el SEÑOR, en las alturas, se muestra poderoso (v. 4) pueden entenderse de la siguiente forma como en el Salmo 68:35: “En tu santuario, oh Dios, eres imponente; ¡el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo!”; o Salmo 65:5: “Tú . . . nos respondes con asombrosas obras de justicia”; y Salmo 4:3: “Sepan que el Señor honra al que le es fiel”. Es decir, entrega a su siervo a toda clase de sufrimiento, muerte y problemas, sin embargo, lo salva al mismo tiempo. Y cuando más lo abandona, entonces más lo rescata. Y cuando condena, salva, sobre todo. De esta manera ha llevado a cabo su maravilloso plan (según Is 28:21), aunque su obrar es extraño, él hace su propio trabajo. Así lo dijo en el salmo anterior: “Oh Señor, ¡cuán imponentes son tus obras y cuán profundos tus pensamientos! Los insensatos no lo saben; los necios no lo entienden” (Sal 92:5–6). Y el siguiente salmo tendrá lo mismo, cuando dice: “Dichoso aquel a quien tú, Señor, corriges . . . para que enfrente tranquilo los días malos” (Sal 94:12–13). Por eso también en este salmo, habiendo dicho que las persecuciones de los santos son grandes, se maravilla de que por medio de ellas Dios salve por la locura de la cruz, y muchos se ofenden contra él.

Made with FlippingBook. PDF to flipbook with ease