Orando los Salmos con Agustín y Amigos

Capítulo 6: Salmos 102–119:32

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Salmo 107 con Juan Calvino – Gratitud por la providencia de Dios

¡Que den gracias al SEÑOR por su gran amor! (vv. 8, 15, 21, 31). Aquellos que fueron liberados de la esclavitud y el encarcelamiento, y después de un largo y doloroso viaje, llegaron sanos y salvos a casa, son exhortados a ofrecer gratitud a Dios. A estos los llama los redimidos del SEÑOR (v. 2), porque al vagar por el desierto aullante y desconocido, no habrían podido regresar a casa si Dios no hubiera aparecido como su guardián y guía. No se refiere a todos los viajeros, sino a los refugiados que se sentían en peligro inminente. O puede que se refiera a los que estaban prisioneros de enemigos, piratas u otros ladrones. Les recuerda que no fue casualidad que los persiguieran de esa manera y luego los trajeran de regreso a su país de origen, sino que todo su peregrinaje había estado bajo la providencia de Dios. Así pues, que los redimidos de Yahveh, que han regresado del cautiverio a su propia tierra, vengan y participen en la celebración de las alabanzas de Dios. Que declaren la bondad amorosa que han experimentado en su liberación.

En su angustia clama ron al SEÑOR (vv. 6, 13, 19, 28). Quienes deambulan por lugares desiertos sufren a menudo de hambre y sed porque no han

Juan Calvino sobre el Salmo 107 “Nunca podremos llegar a un estado de calma mental hasta que se nos enseñe a descansar con plena confianza en la providencia de Dios”.

encontrado un lugar donde alojarse. Cuando toda esperanza de liberación se desvanece, claman a Dios. Si una persona cae en manos de ladrones o piratas, y no es asesinada al instante, sino que, renunciando a toda