Orando los Salmos con Agustín y Amigos

222

Orando los Salmos con Agustín y amigos

Salmo 127 con Gertrudis la Grande – Entrega total a Dios

Porque Dios lo da a sus amados mientras duermen (v. 2). Escóndeme, amantísimo Jesús, en el escondite de tu rostro de todos los que maquinan artimañas astutas contra mí, y que mi alma no se confunda cuando hable con sus enemigos en la puerta, sino que se llene de alegría con tu rostro reconfortante. Oh, Dios, amor, tú eres la consumación 1 y el fin de todo bien: hasta el fin mismo, aprecias lo que eliges; todo lo que llega a tus manos, no lo desechas, sino que lo conservas con la mayor diligencia para ti. ¡Oh! Por derecho de posesión, haz que todo mi ser . . . sea tuyo para siempre. No me perdones más, sino hiere mi corazón hasta la misma médula de su espíritu, hasta que no dejes ni una chispa de vida en mí. ¿Quién me concederá ser consumado en ti, oh caridad, y ser liberado por tu muerte de la prisión de este cuerpo y de la estancia en este mundo? Qué bueno, oh, amor, verte, tenerte y poseerte por la eternidad. El día que me vaya de esta vida, que tú mismo estés presente, contemplando un gran consuelo, y que me bendigas entonces en el hermoso amanecer de la contemplación manifiesta de ti. Ahora, oh, amor, yo aquí . . . te encomiendo mi vida y, al mismo tiempo, mi alma: permíteme, permíteme ahora descansar y dormirme en ti en paz. Amén.

1 Consumación – Cumplimiento.

Made with FlippingBook. PDF to flipbook with ease