Orando los Salmos con Agustín y Amigos

234

Orando los Salmos con Agustín y amigos

su nombre con una sola voz. Toda unidad entre las personas carece de sentido si no está infundida por la verdadera adoración. Por lo tanto, afirmamos que las personas deben estar unidas en el afecto mutuo para que puedan estar juntas bajo el gobierno de Dios. La mención del sacerdote implica que la unidad surge del culto verdadero y puro a Dios. Ciertamente allí el Señor envía su bendición (v. 3). David añade para terminar que Dios manda su bendición allí donde se cultiva la paz. En otras palabras, Dios muestra su complacencia por nuestra unidad derramando bendiciones. Procuremos, pues, caminar en el amor fraternal, para asegurarnos la bendición divina. Extendamos, incluso, los brazos a los que difieren de nosotros, deseando acogerlos si vuelven a la unidad de la fe. ¿Se niegan? Entonces, déjalos ir. No reconocemos ninguna hermandad fuera de los hijos de Dios.