Orando los Salmos con Agustín y Amigos

Capítulo 8: Salmos 131–150

237

Salmo 135 con Agustín – Razones para alabar Canten salmos a su nombre, porque eso es agradable (v. 3). La adoración debería ser muy agradable para nosotros, y deberíamos regocijarnos porque es agradable, a esto nos anima este salmo, porque dice: ¡Alaben el nombre del SEÑOR! (v. 1). Y añade la razón; porque es justo alabar el nombre del Señor. Alabad al Señor, siervos del SEÑOR (v. 1). ¿Qué sería más correcto? ¿Qué sería más digno? ¿Qué sería más agradecido? Porque no haréis nada fuera de lugar, alabando a vuestro Señor, como siervos. ¿Por qué deberías alabarlo? Porque el SEÑOR es bueno (v. 3). Brevemente, en una palabra, se explica la alabanza del Señor nuestro Dios: Bueno , así como son muy buenas las cosas que él hizo. Él hizo buenos los cielos y la tierra, y todas las cosas que hay en ellos. Si él hizo todas estas cosas buenas, ¿cómo es el que las hizo? Finalmente, lanza un fuerte grito de alabanza: Tu nombre, SEÑOR, es eterno (v. 13), después de todo lo que has hecho. Pues, ¿Qué es lo yo he visto que tú has hecho? Tu creación— que has hecho en el cielo; esta parte inferior—donde vivimos; y tus dones como las nubes, los vientos, y las lluvias. A tu pueblo lo sacaste de la casa de la esclavitud y realizaste señales y prodigios sobre sus enemigos. Castigaste a los que causaban problemas a tu pueblo. Expulsaste de su tierra a los malvados y mataste a sus reyes. Entregaste sus tierras a tu pueblo. He visto todas estas cosas, y me he llenado de gozo, y he dicho: Tu nombre, SEÑOR, es eterno (v. 13).

Made with FlippingBook. PDF to flipbook with ease