Orando los Salmos con Agustín y Amigos

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sino también toda la ciudad de Fort Wayne. En su primer domingo en la ciudad, Kaboo caminó hasta el frente de la iglesia y pidió permiso para orar. Mientras oraba, el poder y la presencia del Espíritu Santo descendieron sobre la congregacióndeunamaneraquenadiehabíaexperimentado antes. El pastor informó: “Lo que dije y lo que dijo Sammy no lo recuerdo, pero sé que mi alma estaba en llamas como nunca antes . . . Ninguna visitación semejante del Espíritu Santo había sido jamás presenciada” por nuestra congregación. 1

Dos años más tarde, el 12 de mayo de 1893, a la edad de veinte años, el príncipe Samuel Kaboo Morris murió de una enfermedad contraída después de viajar a través de una tormenta de nieve para predicar. Desde su muerte, la historia de Kaboo ha influido en miles de estudiantes de la Universidad Taylor y de otros lugares para que participen con el Espíritu Santo en la misión y busquen el poder del Espíritu en el testimonio. John Wengatz era estudiante en

Taylor en 1906, el año en que leyó por primera vez la historia de Kaboo. Unos cincuenta años más tarde, después de toda una vida dedicada a la misión en África, Wengatz comentó: “Mis lágrimas nunca dejan de fluir al leer esa historia irrepetible”. 2 Aunque Kaboo murió a los veinte años, fue usado poderosamente por Dios en su generación. ¿Dirán lo mismo los que cuentan la historia de su vida?

1 Lindley Baldwin, Samuel Morris: The African Boy God Sent to Prepare an American University for Its Mission to the World (Minneapolis, MN: Bethany House, 1987), 59. 2 John Wengatz, Sammy Morris: Spirit-Filled Life (Upland, IN: Taylor University Press, 1954), Preface.