Orando los Salmos con Agustín y Amigos
50
Orando los Salmos con Agustín y amigos
Salmo 23 con Gertrudis la Grande – Apreciando a Dios como Pastor El SEÑOR es mi pastor, nada me falta (v. 1). Antífona: 1 Escúchenme que voy a enseñarles el temor del Señor. Oración: Ah Jesús, buen pastor, hazme oír y reconocer tu voz al margen de todo lo que me aleja de ti. Levántame en tus brazos. Hazme a mí, tus ovejas recién nacidas en tu Espíritu, descansar sobre tu pecho. Enséñame ahí cómo puedo temerte. Ahí, muéstrame cómo puedo apreciarte. Ahí, instrúyeme cómo puedo seguirte. Amén. Entonces, como si fueras renovado al alabar a tu Dios, tu rey, que está en el santuario, levántate ahora con un corazón bien abierto para deleitarte en Dios, tu amado, derramando en él todo el amor de tu corazón para que aquí te alimente con la bendición de su dulzura y ahí te conduzca a la bendición de su plenitud de fruto para siempre. Y [diga] esto, con estas palabras: Dios, Dios mío, porque eres mío nada me falta. Y porque soy tuyo, me gloriaré en ti, Dios, mi salvador, por la eternidad. En mi tristeza, me preparas en ti los banquetes de homenaje. ¿Y dónde está el bienestar de mi alma sino en ti, oh, Dios de mi vida? Si el recuerdo de tu alabanza es tan dulce en esta miseria, ¿cómo será, Dios mío, cuando en el esplendor de tu divinidad aparezca tu gloria? Si las pequeñas gotas de este anticipo de ti son tan refrescantes, ¿cómo será, oh, Dios de mi salvación, cuando absorbas mi espíritu en ti?
1 Antífona – Recitación musical.
Made with FlippingBook. PDF to flipbook with ease