Orando los Salmos con Agustín y Amigos
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Orando los Salmos con Agustín y amigos
Salmo 37 con Agustín – El aparente éxito de los malvados
Cristianos, ustedes se perturban cuando ven a personas con malas vidas prosperar y estar rodeadas de abundancia de cosas. Se les ve sanos de salud, distinguidos con honores, su familia sin desgracias, la felicidad de sus parientes, su influencia, su vida sin ser interrumpida por ningún acontecimiento triste, sus recursos externos sumamente prósperos. Su corazón dice que no hay juicio divino, que todas las cosas suceden al azar. Pues si Dios se ocupara de los asuntos humanos, ¿florecería su iniquidad y sufriría mi inocencia? No te enojes a causa de los malvados ni envidies a los malhechores; porque pronto se marchitan, como la hierba; como la hierba verde, pronto se secan (vv. 1–2). Lo que a ustedes les parece largo, es pronto a los ojos de Dios. Conformaros a Dios, y también será pronto para ustedes. Lo que aquí llama hierba solo ocupa la superficie de la tierra; no tiene raíces profundas. En invierno está verde; pero cuando el sol del verano comience a abrasar, se marchitará. Ahora es invierno. Su gloria aún no aparece. Pero si su amor tiene raíces profundas, como los árboles durante el invierno, entonces, cuando pase la escarcha, llegará el verano (es decir, el día del juicio) y la hierba verde se marchitará. Entonces aparecerá la gloria de los árboles. ¿Qué debe hacer entonces? Confía en el SEÑOR (v. 3). Porque ellos también confían, pero no en el Señor. Su esperanza es efímera, frágil, pasajera. Confía en el SEÑOR y haz el bien (v. 3). No hagas el mal que ves en esos hombres, que prosperan en la maldad . . . Y disfrutarás de pastos seguros. ¿Cuáles son las riquezas de esa tierra? ¡Sus riquezas son su Señor! ¡Sus riquezas son su Dios! Se le
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