Orando los Salmos con Agustín y Amigos

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Orando los Salmos con Agustín y amigos

Salmo 45 con Mary Sidney Herbert – Una boda real De mi corazón brota un hermoso poema la alabanza de aquel que domina el cetro; mi lengua es la pluma para pintar sus alabanzas. Escribirá tan rápido como el más rápido de los escritores. Estas son las palabras que digo al rey. Más bello eres que los hijos de los mortales. Porque el alto Dios te ha bendecido por siempre, tus labios, como manantiales, fluyen con gracia al hablar. Tu honorable espada está ceñida a tu majestuoso costado. Oh, tú que haces todas las cosas con poder sobresaliente con majestad, cabalga victorioso en nombre de la verdad, la humildad y la justicia; que tu diestra realice maravillas asombrosas. Tales cosas sean vistas, así como mi profundo temor y tal terror, como nunca antes ocurrió a las mentes mortales a la vista de un rey mortal. Afiladas son tus flechas para partir en dos sus corazones cuyas mentes traman para resistir tus conquistas; buena causa para hacer que las personas comunes se alegren con corazón dispuesto se sometan a tu mano. Tu trono, oh Dios, permanece para siempre; tu cetro, emblema de tu majestuoso poder, a la justicia está unido en gran manera. Tu mano justa todavía sostiene tu cetro de justicia.