Para la Proxima Generacion

134 Para la próx ima generac i ón: Manua l de l Mentor de E l I ns t i tuto Mi n i s ter i a l Urbano

es tan profunda que un académico puede decir: “En el Nuevo Testamento los pobres reemplazan a Israel como el centro del evangelio”. (C.M.N. Sugden, “Poverty and Wealth,“ New Dictionary of Theology, [“Pobreza y Riqueza" Nuevo Diccionario de Teología] , eds. Sinclair B. Ferguson, et al., [Downers Grove: InterVarsity Press, 1988], pág. 524). Cuatro respuestas fundamentales Cuando reconocemos que las Escrituras tratan a los pobres como un grupo con un significado teológico, nos obliga a considerar cuál será nuestra respuesta. Tanto como cristianos y como misioneros, hay al menos cuatro respuestas que deberíamos hacer: 1. Respeto La elección de Dios de los pobres fundamentalmente desafía la forma normal que la gente responde a los pobres. Dentro de la sociedad, las personas evitan a los pobres, desdén de sus formas y esperan poco de ellos en cualquier área. Ciertamente no son vistos como el lugar natural para buscar líderes. Dios, sin embargo, se identifica con los pobres. Dice la Sagrada Escritura que oprimir a los pobres es mostrar desprecio a Dios mismo (Proverbios 14:31). La identificación de Dios con los pobres y la elección de Dios de los pobres (Santiago 2:5) debe hacer una profunda diferencia de quien reconoce a Cristo como Señor. En pocas palabras: • Si respetamos a Dios, respetaremos a los pobres. • Si obedecemos a Dios, nos identificaremos con los pobres. • Si creemos en Dios, veremos a los pobres como líderes en potencia de Su Iglesia. Lamentablemente, muchas personas miran a aquellos que son pobres principalmente como objetos de benevolencia. Esas personas ven a los pobres sólo como aquellos que necesitan su ayuda. Si bien es ciertamente adecuado ayudar a los pobres (vea punto 2 en la siguiente página), esa ayuda creará dependencia y una pérdida de dignidad, si es que no está firmemente junto con un profundo respeto por los pobres como los que Dios ha elegido. Creemos que no es un sacrificio, sino, un privilegio y placer ser llamados a hacer discípulos entre los pobres urbanos no alcanzados.

“Vivir en obediencia radical a Jesucristo significa identificarse con los pobres y oprimidos. Si no es clara en el nuevo testamento, entonces nada es”

Nuestro distintivo