Pelea La Buena Batalla de la Fe
• Pelea la buena batalla de la fe: Haciendo su parte en el drama desplegado de Dios
que, sin embargo, todo ha cambiado. ¡Hemos sido rescatados del reino de las tinieblas, perdonado de todos nuestra transgresión, adoptada en la familia de Dios, y alistado en la fuerza de combate de Dios para el Reino! Somos nuevas creaciones en Cristo; las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas (2 Cor. 5:17). Determine en este momento adoptar un espíritu de lucha, dependa del Espíritu Santo para fortaleza, ore al Señor por ayuda cada día a medida que camina con Cristo, y defiende su posición en las batallas de su mente, su corazón y su alma. Dios ha prometido darle la victoria (1 Cor. 15:57), porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo (1 Juan 4:4). Ahora pertenece al Señor, y usted no tiene que identificarse con con sus inseguridades de su vieja vida, mentiras y engaños. Es un/a nuevo/a hijo/a de Dios en Cristo, y debe deliberadamente empezar a actuar, hablar y pensar como esa nueva persona. Sea paciente con usted mismo; tomará tiempo y paciencia aprender las nuevas maneras de Dios, y convertirse en la nueva persona que él quiere que sea. Pida ayuda a Dios para vivir en esta nueva identidad, este nuevo ser que Dios ha hecho, liberado de los deseos engañosos del pasado, renovado en el espíritu de su mente, y ahora liberado para vivir como una nueva persona con una naturaleza diferente , una nueva familia, y un nuevo Señor para dirigir y guiarle (Efesios 4:20-24). Él le ha alistado en su ejército, y equipado para su viaje por delante. ¡Así que, querido discípulo de Jesús, bienvenido a la familia, y bienvenido a la guerra! Si usted no ha sido bautizado, hable con su líder de estudio bíblico, amigo cristiano, o el pastor acerca de su deseo y necesidad de ser bautizado. Esté abierto a seguir el proceso de la iglesia local para prepararse para ser bautizado, y siga adelante lo más pronto posible. Cristo mandó a todos los que creyeran que fueran bautizados, una señal de nuestra unión con él y una declaración pública de nuestra lealtad a Jesús y su Reino (Marcos 16:14-16; Mateo 28:18-20). No debe esperar; el bautismo es una señal externa de la gracia de Dios interna dada a usted a través de la obra terminada de Jesús en la cruz. ¡Obedézcale, y sea bautizado pronto!
Por la fe, he respondido al perdón de la gracia de Dios, haciéndome un hijo de Dios sin mancha, librado de la potestad de las tinieblas al reino del Hijo.
A fi rmación
El Te Deum Laudamus (del latín: “Dios, te alabamos”) es una oración que ha sido recitada por los cristianos desde el siglo IV. Se atribuye al obispo Nicetas de Dacia, c. 335-414, pero la leyenda atribuye a una proclamación expontánea de Ambrosio cuando bautizó a Agustín.
Oración
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