Plantando iglesias entre los pobres de la ciudad: Una antología de recursos de plantación de iglesias urbanas

116 • P LANTANDO IGLESIAS ENTRE LOS POBRES DE LA CIUDAD : V OLUMEN 1

2. El hombre fuerte debe ser derrotado: La autoridad de Jesús sobre Satán debe ser cumplida (si bien él está derrotado), 1 Pe. 5:8 con Stg. 4:7. 3. La Iglesia es la representante y agente del Reino de Dios: a ella se le ha conferido el derecho y autoridad para representar la autoridad de Cristo en la tierra, hacer violencia contra los poderes y entidades las cuales desafían el conocimiento y autoridad de Dios, 2 Cor. 10:3-5. 4. La plantación de la Iglesia es la inserción del ejército de Dios dentro del territorio enemigo. La oposición satánica a la victoria y autoridad de Cristo es vehemente y maliciosa; solamente estos comisionados con su soberana Palabra y Reino de autoridad pueden establecerse en el día malo, Ef. 6:10-18. De acuerdo con la Biblia, nuestras vidas son vividas en medio de una guerra espiritual. Una de las muchas cosas peligrosas que nosotros hacemos es simplemente ignorar esta realidad. Nosotros aceptamos la Biblia como verdad, pero a veces la vivimos como pensando que la batalla está lejos, en algún lugar fuera del campo de la misión, y no aquí en nuestra ciudad. El hecho es que hay una batalla furiosa sobre su ciudad y le está afectando ahora mismo. . . . Cada uno de nosotros percibe rostros de las fuerzas demoníacas en el ambiente que nos rodea, pero como cristianos estamos llamados a la gran batalla. Estamos contendiendo por nuestra generación total. Estamos llamados a actuar localmente, así como globalmente.

~ John Dawson. Taking Our Cities for God . [Tomando nuestras ciudades para Dios]. págs. 27, 29.

D. Las armas de nuestra lucha, 2 Cor. 10:3-5

2 Cor. 10:3-5 – Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

1. La armadura completa de Dios, Ef. 6:11