Plantando iglesias entre los pobres de la ciudad: Una antología de recursos de plantación de iglesias urbanas

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tratar de hacer esta unidad visible en nuestra vida cotidiana y en las relaciones interpersonales.

c. En la redención Dios no borra, proteje, o destruye nuestras diferencias, sino que las reconoce y se regocija en ellas, Hch. 15.

d. Mientras mantenemos nuestras diferencias, ahora en Cristo tenemos koinonía (comunión) con Dios y unos con otros.

(1) Nosotros compartimos un parentesco común.

(2) Nosotros compartimos un llamamiento común.

(3) Nosotros compartimos un destino común.

4. Nuestras diferencias son superadas en la unidad de Cristo con el fin de ejercer el ministerio de la reconciliación.

a. Nosotros expresamos el amor de Dios en nuestras relaciones reconciliadas, haciendo el Evangelio atractivo para los no creyentes, Jn. 13:34-35.

b. Nosotros estamos reconciliados para llamar al mundo a ser reconciliados para Dios en Cristo, 2 Cor. 5:18-21.

c. Nuestras diferencias nos permiten penetrar en cada cultura y grupo de personas con el Evangelio, y hacer discípulos y plantar iglesias donde Cristo todavía debe ser escuchado y seguido.

C. La primacía de la encarnación del Hijo de Dios

1. La encarnación de Jesús demuestra la neutralidad moral de la cultura, Jn. 1:14-18.