Raíces Sagradas

El Señor Dios está determinado a restaurar su creación y a salvar para siempre a un pueblo de su propia posesión. La historia de Dios es narrada con autoridad en las Escrituras inspiradas por el Espíritu Santo, las mismas Escrituras que revelan el propósito del Reino de Dios a través de los pactos dados a los patriarcas, de la historia de Israel, de la persona y obra de Jesucristo y de su Iglesia. Desde la venida del Espíritu Santo, esta historia de rescate y restauración ha sido apreciada, celebrada y protegida por la Iglesia a través de los siglos, por el pueblo de Dios; historia que sigue siendo narrada, promulgada y expresada mediante una vida de fe. En todos los aspectos de nuestra vida comunitaria –en nuestra teología y adoración, nuestra espiritualidad y discipulado, y en nuestro servicio y misión– la historia de la gloria y la gracia de Dios se encarna en nosotros para el mundo. El Gran Panorama: La historia de Dios y nuestras Raíces Sagradas en un vistazo El cuadro de la página 135 detalla nuestra comprensión de la historia de Dios y nuestras Raíces Sagradas , es decir, la respuesta que con gozo la Iglesia dio para salvaguardar su teología, adoración, discipulado y evangelización. De hecho, la Iglesia de Jesucristo es “ el pueblo de la historia ”: somos un pueblo nacido, formado y establecido a través de la narrativa de la obra de Dios en la historia de los patriarcas, de Israel y de la encarnación y la resurrección del Hijo de Dios, Jesús de Nazaret. El drama de nuestro trino Dios es narrado en las Escrituras, una obra que culmina en Jesucristo. La Gran Tradición representa ese núcleo central de la fe cristiana derivada de las Escrituras que va desde la época de Cristo hasta la mitad del siglo quinto. De manera formativa, esta tradición articula la fe y la práctica de la Iglesia, su fiel respuesta a la verdad de la soberana obra de Dios en el mundo. Creemos que la mayor parte de lo que se ha demostrado ser esencial y fundamental para la teología, la espiritualidad y el testimonio cristiano, fue elaborado por la Iglesia antigua indivisible alrededor del siglo V, a través de su vida comunitaria, su canon, sus credos y los concilios.

Por cierto, para aquellos lectores que no tienen una inclinación teológica particular, espero sinceramente que el lenguaje serio y formal del estudio de las

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