Raíces Sagradas

soberano de todas las cosas. Como el soberano de todas las cosas, él pactó desde antes de los tiempos redimir a un pueblo para sí mismo y para su gloria, a través de su Hijo, por su santo Espíritu. Como el autor y director de su propio drama cósmico, su historia explica y resume por sí sola al mundo. Dios el Padre escribe su propia historia, enraizada en su misericordia y gran bondad, la cual determinó desde antes de la fundación del mundo para restaurar el universo y para redimir a través de su Hijo a un pueblo que le traería gloria eterna. 2. Christus Victor . El campeón de la historia . Desde antes de la fundación del mundo, Dios pactó restaurar su creación, redimir a un pueblo para su propia posesión, y destruir los poderes del mal y triunfar sobre ellos, a través de la encarnación y el sufrimiento de su Hijo para el mundo. Este es el corazón de la historia de Dios. La promesa de la simiente de la mujer (Gn. 3:15) es el corazón de la trama de la Biblia, y todo la obra que Dios hace a través de los patriarcas e Israel culmina con su venida y su realización.

Nosotros, los que confesamos a Cristo Jesús, creemos que él es el actor y que representa la “presencia del futuro”, el cumplimiento de la promesa divina para rescatar a su creación de la maldición. En la vida y ministerio de Jesús la obra de Adán e Israel es, tal como lo sugieren los Padres de la Iglesia, “recapitulada”; es decir, sus acciones son re-ejecutadas y restablecidas, sólo que esta vez en obediencia y victoria, ya no en rebelión y en caída. Como Verbo hecho carne, él es la encarnación del Hijo de Dios; y el Reino de Dios fue

inaugurado con su venida al mundo. Mediante su ministerio de enseñanza y de poder sobre los demonios, el Reino de Dios está ahora verdaderamente presente. A través de su muerte, sepultura y resurrección, fue pagada nuestra deuda por nuestros pecados, todas las cosas fueron reconciliadas con Dios, y el diablo y sus secuaces fueron derrotados. Ascendido a la diestra de Dios, él reina como Señor hasta que todos sus enemigos sean puestos bajo sus pies. Los fieles esperan su Segunda venida, donde su obra de redención y reconciliación será consumada.

76

Made with FlippingBook - Online catalogs