Raíces Sagradas
L a H i s t o r i a d e D i o s
Habiendo sido glorificado por el Padre, el Señor Jesús ha enviado al mundo al Espíritu de Dios, la preeminente señal de la era venidera. El Espíritu Santo, que es la garantía y el primer pago de la herencia plena que está por venir, está presente ahora obrando en medio del pueblo de Dios; y la libertad, la paz y la justicia del Reino se manifiestan a través del cuerpo de Cristo en el mundo. 3. Ven Espíritu Santo. El intérprete de la historia . Afirmamos que el Espíritu Santo, miembro co-eterno de la santísima trinidad, es e Señor y dador de la vida. Ninguna Escritura es de interpretación privada, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 Pe. 1: 20-21). A lo largo de la historia del pueblo de Dios, el Espíritu inspiró a los profetas para narrar la verdad acerca de aquel que habría de venir; prefigurándole en los tipos y eventos de la historia de Israel, en la ley, en los sacrificios levíticos, en la práctica del Templo, en las teofanías (apariciones divinas) de Dios en la nación de Israel y en las promesas divinas tocante a la aparición del Mesías. Él es la fuente de vida para la Iglesia, regenerando,
bautizando y adoptando a todos los que pertenecen a Dios en Cristo, dotándoles con dones obtenidos a través de la obra de Cristo en la Cruz. A través de la venida del Espíritu Santo al mundo, Dios ha traído a la Iglesia la comunidad mundial del pueblo de Dios, cuya existencia da testimonio de la historia verdadera de Dios acerca del mundo. La Iglesia de Jesucristo es tanto el lugar como el agente del Reino. Es decir, sirve como el lugar donde la presencia del siglo venidero se manifiesta, y como el agente autorizado para
proclamar liberación en el nombre de Jesús y para revelar la libertad y justicia del Reino, a través de su vida y misión en esta época. Con la morada del Espíritu Santo, la Iglesia está siendo santificada, preparada y transformada a fin de completar su misión de evangelización en todo el mundo. 4. Tu Palabra es verdad. El testimonio de la historia . Las Escrituras canónicas de la Iglesia representan el testimonio autoritativo y verdadero de la narrativa de Dios respecto a la historia y la vida. Las Escrituras son un registro histórico y un testimonio profético, y deben leerse como el guión del drama de Dios. A
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