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Día 3

Tómese un momento y ore antes de leer el siguiente pasaje. Ore para que Dios abra su corazón y su mente a la verdad de Su Palabra. Si tiene tiempo, lea el pasaje más de una vez, subrayando las cosas que le llamen la atención. “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” Romanos 1.16-17 Amado Padre Celestial, vengo a ti en el poderoso nombre de Jesús. Te doy gracias por el Evangelio, la buena noticia que nos hace libres. Y te alabo porque la obra de Jesús en la cruz es tan poderosa hoy, como siempre lo ha sido. Por lo tanto, no me avergüenzo de compartir valientemente el Evangelio y lograr ver que la salvación llegue a aquellos que creen, como cumplimiento de tu misión. Padre, te agradezco que tu salvación no solo sea para rescatarnos, sino también para redimirnos y hacernos justos ante tus ojos. Esto solo puede venir por fe, así que te pido que me ayudes desde el principio hasta fin. Oro para que pueda vivir una vida justa en ti. Eres amor y tus intenciones hacia mí son buenas. Gracias por ser un Dios fiel que siempre cumple Su promesa. Amén.

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