Representar
¡Cuán cierto suena esto para muchos de nosotros! ¿Con qué frecuencia ofrecemos servir solo si podemos hacerlo de tal manera que nos glorifique a nosotros mismos? Hermanas y hermanos, si queremos ser verdaderos representantes de Cristo, debemos aprender a servir. Debemos estar dispuestos a servir en puestos donde todos nos vean, como en puestos donde nadie nos vea. Debemos estar dispuestos a sacrificar nuestro orgullo para avanzar el Reino de Dios. A veces, podemos ser llamados a enseñar, liderar o pastorear. Otras veces, podemos ser llamados a avanzar el Reino de Dios poniendo y quitando sillas, limpiando baños o amando a los que no son amables. Ejercicio: Tómese unos minutos para preguntarle a Dios cómo podría servirle mejor: En su hogar, comunidad e iglesia. Escriba lo que el Espíritu le trae a la mente. Luego, haga esta oración de santa Hildegarda de Bingen: Que te agrade, Señor, iluminar mi corazón con el fuego de tu amor. Ofrezco mis manos para hacer tu obra, mis labios para cantar tus alabanzas y mi vida para proclamar tu gloria. Mira a mis vecinos en sus necesidades y guíame y bendíceme mientras te sirvo en ellos; por el amor de Jesús, amén. ¿Y ahora qué? ¡Lleve lo que ha aprendido y aplíquelo a su comunidad! Conexión Comunitaria: ¿Cuáles son las áreas en su comunidad que necesitan atención? ¿Dónde se sentiría mejor usted “lavando los pies” de aquellos que están cansados del viaje de la vida? Angel Tree es una organización que apoya a los cónyuges e hijos de quienes están encarcelados. Hay instalaciones para personas de la tercera edad a las que les encantaría que la gente viniera y pasara un tiempo con ellos. Los programas de mentoría siempre son necesarios en la comunidad. Estas son solo algunas de las áreas en las que usted podría ser útil.
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