Conversion y Llamado, Guia del Mentor, MG01

C O N V E R S I Ó N Y L L A M A D O

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periferia de todo discipulado. Ser Su discípulo es seguir a Cristo, y el llamado a discipular es un total y completo compromiso de vida. Mientras discute los temas asociados con el discipulado, recalque la importancia de desarrollar una relación con Jesucristo. Busque explorar las implicaciones de lo que significa vivir como discípulos, bajo el llamado de Dios en Cristo Jesús. Tome muy en serio la demanda radical que Jesús detalla en los Evangelios. Recuerde el buen consejo dado anteriormente, y concéntrese en la manera en que las diferentes preguntas nos ayudan a entender los contenidos del primer segmento. La misma Palabra que nos llama a una relación íntima con Jesús, nos llama simultáneamente a ser comunidad, a libertad, y a una misión. Todos estos conceptos tienen su raíz en la Cristología (el estudio de Cristo), porque es la clave para entender todo lo que Dios llama al hombre a ser y hacer (Romanos 8.28-29; 1 Juan 3.1-3; Filipenses 3.20-21; 2.5-11). El corazón de la historia de Dios, el centro de lo que significa vivir en comunidad, vivir en libertad, y hacer misión, es vivir una identidad en Cristo Jesús, vivirla en medio de Su pueblo (1 Pedro 2.8-10), con la gracia que Él provee (2 Corintios 8.9), y con un compromiso intencionado de que sea conocido hasta lo último de la tierra (Hechos 1.8). En realidad, hay que estudiar a la persona de Cristo con mucho entusiasmo y claridad para comprender el porqué Dios nos ha llamado. Todo lo que Dios demanda y pide a Su siervo y a su pueblo a ser y hacer, está basado en la persona de Jesucristo. La Palabra que llama es una Palabra acerca de Jesucristo y por Jesucristo; Dios nos ruega para responder a la Palabra de Cristo, y esa Palabra es para conocerlo a Él, vivir en Su comunidad, vivir en Su libertad, y vivir para Su misión. Mientras usted dialoga con los estudiantes, enfatice y clarifique el lugar central que ocupa Jesucristo en cada faceta de la Palabra que llama a discipular, a la comunidad, a la libertad y a la misión. La Palabra que llama nos invita a ser miembros de la comunidad de Jesús. Los primeros creyentes en Jesús fueron personas de la Palabra que vivieron en armonía, con una visión bíblica de pueblo de Dios y fueron leales a la persona y al Reino de Jesús de Nazaret. Realmente, la sabiduría y el carácter de la adoración y el testimonio de la primera iglesia estuvieron conectados al Dios de Israel; el Dios y Padre de Jesús era Jehová, y Jesús era el Mesías que inició un nuevo éxodo para el Israel restaurado y escatológico. Existe una

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