Dios el Hijo, Libro de Notas del Estudiante, SW10

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D I O S E L H I J O

exclamación muestra el verdadero significado de la investigación cristológica. “Señor mío y Dios mío”. Ésta debería ser la verdadera, honesta y espontánea confesión de cada persona que estudia con seriedad la persona de Jesús de Nazaret, llegando a verlo desde lo profundo de su alma tal cual Él es. Sólo el Espíritu de Dios permite que un hombre, mujer o niño vea realmente al Señor Jesús; aquellos que lo hagan, abriendo sus corazones a esa revelación, se unirán a la afirmación de Tomás en su confesión personal, la cual los conducirá a obras y sacrificios similares a los de los apóstoles, y a un mayor nivel de valentía del que tienen en el momento, reconociendo de esta manera que este humilde pero exaltado Salvador es de hecho su Señor y su Dios . Permitamos que Dios ilumine nuestros corazones y mentes a través de las Escrituras para que veamos a Jesús de Nazaret como realmente es, para poder exclamar al igual que Tomás, con gozo y palabras reverentes al único digno de nuestra adoración y al líder de nuestros ministerios: “Señor mío y Dios mío”. Después de recitar y/o cantar El Credo Niceno (localizado en el apéndice), haga la siguiente oración: Dios de gracia, tu Palabra eterna se hizo carne entre nosotros cuando María puso su vida al servicio de tu voluntad. Prepara nuestros corazones para su venida; mantennos fijos en la esperanza y fieles en el servicio, para que podamos recibir la venida de su Reino, por amor de Jesucristo, el gobernador de todos, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un Dios, ahora y siempre. Amén.

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El Credo Niceno y oración

~ Presbyterian Church (U.S.A.) and Cumberland Presbyterian Church. The Theology and Worship Ministry Unit. Book of Common Worship . Louisville, KY: Westminister/John Knox Press, 1993. p. 177.

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