El Ministerio Facultativo, Libro De Notas Del Estudiante, SW15

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E L M I N I S T E R I O F A C U L T A T I V O

misma), sino que los mensajes enfocados en Cristo y su Reino pueden llevarse a cabo usando imágenes bíblicas, símbolos e historias, siendo todo organizado de manera clara y sencilla. • Explicar cómo el uso de la liturgia y el calendario de la Iglesia nos permiten recontarle a la audiencia acerca de la vida y obra de Jesús y por lo tanto, dar un repaso anual sobre todo el consejo de Dios a través de Su vida. • Ser cada día más hábiles en conectar nuestra predicación con la audiencia, invitándoles a responder de manera específica y particular, ayudándoles a comprender su condición espiritual ante Dios, realizando apelaciones claras e invitaciones osadas que dirijan al arrepentimiento y al cambio, y aprendiendo a reaccionar de buena manera ante las variadas respuestas recibidas desde la audiencia. 2 Co. 4.1-7 - “Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. [2] Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios. [3] Porque si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; [4] en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios [5] Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor a Jesús. [6] Porque Dios que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. [7] Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros”. ¿Qué efectividad puede tener nuestra preparación, investigación, práctica y trabajo, en lo que respecta a comunicar la Palabra de Dios con poder? El deseo de nuestro corazón como líderes cristianos es comunicar la Palabra de Dios (teniendo en cuenta a Jesús de Nazaret), en una forma convincente y persuasiva. Invertimos incontables horas de planificación, oración, estudio e instrucción con este fin. Pero, muchas veces, a pesar del arduo trabajo, los resultados se alejan mucho de nuestros deseos. ¿Cuál es la causa por la cual nuestro mejor plan, concebido en oración y llevado adelante con diligencia, a menudo resulta infructífero y por momentos hasta genera reacciones hostiles? ¿Qué estamos haciendo mal para obtener tales desavenencias, recibiendo incluso por momentos agresiones hacia la Palabra de Dios? Un enemigo distinto

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Devocional