Haciendo Justicia y Amando la Misericordia: Ministerios de Compasion, Libro de Notas del Estudiante, SW16

H A C I E N D O J U S T I C I A Y A M A N D O L A M I S E R I C O R D I A : M I N I S T E R I O S D E C O M P A S I Ó N

/ 1 5

cual resulta en una envidia peligrosa hacia el pueblo de Dios. Esta envidia es mortal, resultando en violencia, asesinatos, separaciones y finalmente en el mismo juicio de Dios. En este texto, ambos hermanos muestran lo opuestos que eran; todo el pasaje se base en este antagonismo. Caín es presentado como una persona cuyo trabajo, como dice un comentarista, “lo coloca directamente en la maldición”, uno que trabaja la tierra, (comparar con Gn. 4.2; 3.17). Abel, por otro lado, es aquel que cuida de las ovejas y adora a Dios por medio del sacrificio del rebaño, una forma de adoración que se presenta como una imagen del gran sacrificio de nuestro Señor Jesucristo. De acuerdo al apóstol Juan, el acto de Abel de ofrecer sacrificio en su adoración fue justo, mientras que las obras de Caín fueron malas (1 Juan 3.12). Sabemos que el mayor sacrificio es la ofrenda de fe, sin la cual es imposible agradar a Dios (Heb. 11.6). En lugar de efectuar la clase de sacrificio que agradaría al Señor, Caín, por su falta de confianza en Dios, reaccionó negativamente frente al rechazo de su ofrenda de frutas. Él se enojó, tanto que no quiso oír siquiera el consejo de Dios (4.6-7). Las palabras del Señor fueron específicas: Si Caín hacía lo correcto y era agradable a Dios, su situación hubiera sido buena. Sin embargo, el pecado estaba agazapado como un salvaje predador, listo para poseerlo si rehusaba el consejo y se entregaba a su oscuro desaliento. El pecado lo deseaba, pero él podía vencerlo. Caín rechazó el buen consejo de Dios y asesinó a su hermano. En lugar de admitir que se había equivocado grandemente, negó tener cualquier responsabilidad en este acto. “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” Podemos ver claramente en la expresión de Caín, un corazón muerto y en tinieblas, con tanto odio hacia su hermano que fue capaz de rechazar toda responsabilidad en el asunto, no sintiendo remordimiento alguno por este lamentable acto. Éste es precisamente el problema moderno: la rebelión contra Dios crea una separación inevitable con nuestros hermanos, la cual puede finalmente concluir en asesinato y maldición. Dios es amable aun en Su juicio, ya que protege a Caín en su destierro a través de una señal puesta sobre él, la cual evitaría que otros tomaran venganza a causa del asesinato de Abel. A pesar de la misericordia de Dios, el rebelde Caín desafía Su castigo de andar errante en la tierra, construyendo la primera ciudad en Nod (significando “errante”), al este de Edén (v. 16). Esta lección es fácilmente entendible, lo que nos habilita a comenzar nuestro estudio de las temáticas de este módulo. Nuestra comunión con Dios y los demás está profundamente interconectada; nadie puede decir que tiene un caminar profundo con Dios y a su vez odiar a su hermano (1 Juan 4.20-21), por ende, si amamos a Dios, nos sacrificaremos a favor de nuestros hermanos y hermanas (1 Juan 3.14 en adelante). Somos en realidad guardas de nuestros hermanos y hermanas, llamados a cuidarnos unos a otros,

1

Made with FlippingBook - Online catalogs