Iglesia poco común (Uncommon Church, Spanish Edition)

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PARTE 1: IGLESIA POCO COMÚN

En cuanto a los papeles de la fe y el arrepentimiento en la salvación, algunas Escrituras mencionan solo la fe como necesaria para venir a Cristo para salvación (Juan 3:16; Efesios 2:8-9; Romanos 10:9). Otros se refieren al arrepentimiento como la condición para la salvación (Lucas 24:46-47; Hechos 17:30; 2 Corintios 7:10). Tal vez sea mejor decir que la fe salvadora incluye el arrepentimiento (Marcos 1:15). A medida que maduramos en nuestra fe, nos volvemos más sintonizados con el pecado. Es el trabajo de la iglesia nombrarlo. De hecho, cuanto más nos acercamos a Cristo, más vemos la impiedad. En la salvación, nuestra naturaleza pecaminosa es perdonada pero no removida. Y, como cristianos, todavía pecamos, lo que interrumpe nuestra relación con Dios. Pero a medida que nos arrepentimos continuamente, Dios perdona continuamente (1 Juan 1:9). Cuando nos arrepentimos, Dios quiere que confesemos nuestros pecados. En lugar de enfocarse en nuestras hermosas palabras o fórmulas, Dios mira nuestros corazones. ¿Estamos realmente arrepentidos por desagradar a Dios? ¿Nos preocupamos profundamente por restaurar nuestra estrecha comunión con Dios? ¿Pedimos que el Espíritu Santo nos ayude a ser más como Cristo? Dado que el arrepentimiento es el cambio de la mente de uno, lo que resulta en una vida de obediencia entregada a Cristo, debemos buscar pacientemente evidencia externa de ese cambio. Jesús llamó a esta evidencia “fruto” (Lucas 6:43-44). Este fruto no será perfeccionado, porque todos los creyentes están en proceso. Pero si el Espíritu Santo vive dentro de nosotros, buscaremos obedecer a Cristo y llegar a ser más como él (Gálatas 5:16, 19-25).